Por primera vez desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ofrecerá este martes un discurso ante la nación desde el Despacho Oval de la Casa Blanca. Según anunció vía Twitter el propio mandatario, sus palabras se centrarán en "la crisis humanitaria y de seguridad nacional en la frontera sureña", informa AP.
El discurso presidencial sobre la "crisis" causada por las diferencias internas sobre la financiación del muro fronterizo, que mantiene cerrado el Gobierno desde diciembre, será transmitido en vivo por las principales cadenas de televisión estadounidenses, lo que ya ha suscitado la abrupta reacción del Partido Democrático.
En un comunicado conjunto, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y el senador Chuck Schumer, exigen que los canales proporcionen a los demócratas el mismo tiempo de transmisión para responder al discurso presidencial, ya que —esgrimen— "si sus [de Trump] declaraciones del pasado sirven como indicio, [el discurso] estará lleno de malas intenciones y desinformación".
Tras el discurso, previsto para las nueve de la tarde de este martes, según el horario de Washington (dos de la madrugada del miércoles, GMT), el líder norteamericano tiene previsto visitar el jueves la frontera sureña con México para reunirse allí "con las personas que están en la primera línea de la seguridad nacional y de la crisis humanitaria", según lo anunció este lunes la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
La noticia del discurso del presidente Trump surge en medio de la polémica por el cierre parcial de la Administración federal decretada el pasado diciembre en torno a la 'crisis fronteriza'.
¿Cuál es el origen del conflicto?
El origen de la así llamada 'crisis fronteriza' se remonta al 2016, año electoral marcado por la campaña del entonces candidato a la presidencia, Donald Trump, que desplegó una insistente retórica antiinmigratoria apoyada en la promesa de construir un muro en la frontera sureña, "pagada al 100% por México", según proclamó.
Tras ganar las elecciones, el nuevo mandatario firmó en 2017 un decreto que habilita la construcción del prometido muro, si bien México aseguró que no iba a participar en el proyecto. "México no crea muros. Lo he dicho una y otra vez: México no pagará ningún muro", recalcó el entonces presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Durante algún tiempo el tema quedó en un segundo plano, hasta que el pasado octubre volvió a saltar a la primera línea de la política de Washington con la llegada de una caravana de migrantes centroamericanos a la frontera entre México y EE.UU.
Tras la firma el pasado 30 de noviembre del Tratado T-MEC (USMCA, por sus siglas en inglés), conocido como TLCAN 2.0, Trump reiteró que México eventualmente pagaría la construcción de la obra y anunció que su promesa se estaba haciendo realidad. Sin embargo, su homólogo mexicano refutó de nuevo esta alegación.
La situación alcanzó su punto álgido en la víspera del año nuevo, cuando el líder norteamericano exigió que se destinaran 5.700 millones de dólares —no incluidos en el proyecto de ley de presupuesto de corto plazo preparado por el Senado— para la construcción del muro fronterizo.
Debido a la falta de acuerdo entre los republicanos y los demócratas sobre los parámetros del presupuesto estatal, desde el pasado 22 de diciembre el Gobierno de EE.UU. se encuentra en cierre técnico parcial, siendo la tercera vez que ocurre en solo un año.