El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este martes una reunión con los demócratas para el día miércoles, en la que se abordará la "crisis humanitaria" en la frontera con México.
En su primer discurso ante la Nación desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump dijo que la única solución es que "los demócratas aprueben los fondos" para el muro fronterizo: "El cierre del Gobierno podría solucionarse en una reuniónde 45 minutos, por eso he invitado a representantes del Congreso a la Casa Blanca", señaló.
Un acto de "amor"
Durante su mensaje, el mandatario aseguró que la construcción del muro fronterizo representa un acto de amor. Según añadió, las personas construyen muros "no porque odien a los que están afuera, sino porque aman a los que están dentro".
El inquilino de la Casa Blanca también aseveró que los ciudadanos de su país están "heridos" por la "inmigración ilegal descontrolada". "¿Cuánta más sangre estadounidense debemos derramar antes de que el Congreso haga su trabajo?", cuestionó en su mensaje, luego de hacer énfasis en las grandes cantidades de drogas que entran a EE.UU. por la frontera con México, incluyendo metanfetaminas, heroína, cocaína y fentanilo.
"Cada semana, 300 ciudadanos mueren por heroína", alegó. "Más estadounidenses morirán por drogas este año que los que murieron en toda la guerra de Vietnam", agregó.
"El símbolo de EE.UU. debería ser la Estatua de la Libertad, no un muro de 10 metros"
Inmediatamente después de Trump, los dos líderes demócratas, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, emitieron un mensaje a los estadounidenses.
Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, respondió que los demócratas no quieren muro porque hay otros medios para asegurar la frontera. "El presidente está rechazando los proyectos de presupuesto de los dos partidos, que reabrirían el Gobierno federal, por su obsesión en forzar a los contribuyentes estadounidenses a gastar miles de millones de dólares en un muro poco eficiente", dijo.
El senador Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, manifestó que su partido está de acuerdo en que es necesario asegurar las fronteras, pero añadió que "el símbolo de Estados Unidos debería ser la Estatua de la Libertad, no un muro de 30 pies".
Para Schumer, Trump falló en su promesa de que México sufragaría el gasto del muro fronterizo, y ahora "no puede convencer al Congreso o al pueblo estadounidense de pagar la cuenta".
El presupuesto de la discordia
La presión que busca hacer Trump sobre el Partido Demócrata a fin de que el Congreso apruebe un presupuesto de 5.700 millones de dólares para financiar el muro en la frontera, lo llevó a decir el pasado 5 de enero que podría hacer uso del derecho de declarar unaemergencia nacional, lo que le permitiría utilizar fondos del presupuesto militar siempre que notifique al Congreso y especifique las disposiciones legislativas bajo las que pretende actuar.
Los congresistas pueden dar por concluido el estado de emergencia nacional sin esperar a que lo acepte el mandatario, pero para que eso suceda tendrían que ponerse de acuerdo la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, y el Senado, con mayoría republicana.
La Administración de Trump también podría enfrentar demandas judiciales de terratenientes locales si decide expropiar los muchos terrenos privados que colindan con gran parte de la frontera con México para construir la anunciada valla fronteriza.
Cierre parcial del Gobierno
La exigencia de Trump al Congreso para que apruebe el financiamiento del muro provocó el cierre parcial del Gobierno estadounidense el pasado 22 de diciembre.
El 4 de enero, la Cámara de Representantes aprobó dos proyectos de ley para poner fin al cierre de Gobierno. En uno de ellos destinó 1.300 millones de dólares a "cercas fronterizas", así como otros 300 millones para medidas diversas de seguridad en esas zonas, pero es una cifra muy lejana a lo que pide Trump, por lo que el veto presidencial está garantizado.
El "peligro" de la caravana migrante
Aunque la promesa del muro fronterizo ha sido una constante desde la campaña presidencial de 2016, la llegada de la caravana migrante a México, en espera de pasar a EE.UU., reactivó el discurso de Trump sobre las "amenazas" en la frontera sur.
A finales de octubre, Trump acusó a algunos miembros de la caravana de ser "pandilleros" y "malas personas" y amenazó a los migrantes centroamericanos: "¡Es una invasión de nuestro país y nuestros militares los esperan!".
El mandatario estadounidense cumplió sus amenazas y ordenó el despliegue de 5.800 militares en la frontera sur de EE.UU.
Las cifras no cuadran
Sin embargo, las cifras no dan para hablar de una "crisis humanitaria y de seguridad nacional" en la frontera sureña, pues el número de detenciones ha llegado a su punto más bajo en casi medio siglo.
De acuerdo con cifras de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), el número de migrantes detenidos en la frontera sur descendió a 400.000 el año pasado, una cifra similar a la registrada en 1974.
Tras el discurso de este martes, Trump viajará el jueves a la frontera con México para reunirse allí "con las personas que están en la primera línea de la seguridad nacional y de la crisis humanitaria", según anunció el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.