Este jueves se llevó a cabo en Caracas, Venezuela, una marcha a favor del mandatario Nicolás Maduro. Los partidarios del gobierno salieron a la calle un día después de la primera movilización opositora desde la autoproclamación del diputado y jefe de la Asamblea Legislativa, Juan Guaidó, como "presidente encargado" del país caribeño.
La manifestación que se realizó en la capital fue convocada por los trabajadores petroleros para demostrar su respaldo a Maduro, electo en mayo de 2018, y defender a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
En la marcha, la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, dijo que EE.UU. orquestó la autoproclamación de Guaidó para intentar apropiarse de las reservas de crudo venezolano. "Los jefes del imperio se han quitado la careta y han dicho 'vamos por el petróleo de Venezuela'", señaló a la multitud.
La alta funcionaria ratificó que el petróleo que produce la compañía estatal es para el desarrollo de Venezuela. "Que lo entiendan muy claro, así no van a llegar", agregó.
Es que tal como ha manifestado públicamente el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, los EE.UU. buscan apropiarse del crudo venezolano para que sea explotado por sus compañías. En esa misma sintonía, en el marco de la presentación del plan económico de la oposición, el economista José Toro Hardy mencionó que se necesitan de 25.000 a 30.000 millones de dólares para la recuperación de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). "Esos recursos no los tiene el Estado pero existen y los podemos traer por inversión extranjera", enfatizó.
Las demostraciones de fuerza callejera –pacíficas y también violentas– han sido una constante en los últimos años en Venezuela y lo que ha marcado el ritmo de la situación política. Esta dinámica se ha reactivado desde que, el pasado 23 de enero, Guaidó se adjudicó el cargo presidencial sin ir a elecciones.
Desde esa perspectiva, el gobierno encabezado por Maduro cuenta con una relativa ventaja. Por un lado, el chavismo está acostumbrado a manifestarse y movilizarse constantemente. Pero, además, porque el Ejecutivo cuenta con el respaldo de un actor fundamental en la política venezolana: la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
De hecho, una de las principales tareas que se ha dado la oposición es intentar quebrar a los militares. Así lo ha declarado el propio Guaidó y Washington, que a través del secretario de Estado, Micke Pompeo, hizo un llamado a la FANB para que deje de apoyar al presidente constitucional.