Rusia y China están "desafiando" a Estados Unidos en el espacio y "probablemente están buscando desarrollar armas láser para perturbar, degradar o dañar los satélites [de EE.UU.] y sus sensores", según el nuevo informe 'Desafíos a la Seguridad en el Espacio' de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EE.UU., que fue publicado este lunes y examina las capacidades espaciales de Rusia, China, Irán y Corea del Norte.
"China y Rusia, en particular, están desarrollando una variedad de medios para explotar la dependencia percibida de EE.UU. con respecto a los sistemas basados en el espacio y desafiar la posición de EE.UU. en el espacio", dice el documento, que detalla las armas antisatelitales rusas y chinas, incluidos los sistemas de guerra electrónica, las armas de energía dirigida y los misiles antisatélites de orientación cinética.
Asimismo se indica que el sector espacial es "importante" para las doctrinas militares de Moscú y Pekín y que los dos países han desarrollado "servicios espaciales robustos y capaces, que incluyen inteligencia, vigilancia y reconocimiento basados en el espacio".
Según el informe, EE.UU. todavía tiene una ventaja en el sector espacial, pero una mejora adicional de las capacidades de estos países puede convertirse en una "amenaza" para el potencial del estado norteamericano en ese campo.
Armas de energía dirigida
En particular, de acuerdo con el informe, "antes de julio de 2018, Rusia comenzó a entregar un sistema de armas láser a las Fuerzas Aeroespaciales, que probablemente está destinado a una misión ASAT", e igualmente "esta desarollando un sistema aerotransportado de arma láser antisatélite, a fin de usarlo contra sensores de defensa de misiles basados en el espacio".
En diciembre del año pasado, el Ministerio de Defensa de Rusia publicó imágenes "únicas" de la puesta en servicio de combate de su moderno sistema láser Peresvet. El láser es parte de la respuesta anunciada de Rusia al desarrollo por Estados Unidos de una infraestructura global contra misiles balísticos.
A principios de febrero el presidente de Rusia, Vladímir Putin, pidió al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, que informara "cómo se anulará la posible amenaza",en relación con los planes de varios países de colocar armas en el espacio.
En este sentido, Putin explicó que quiere ver en persona "cómo se desarrolla el proceso de la puesta en servicio de combate de nuestros nuevos complejos militares", en referencia al misil hipersónico Kinzhal, el arma láser Peresvet (que ya ha recibido el Ejército), el misil hipersónico Avangard (cuyas pruebas finales se completaron y ha empezado la etapa de producción en serie), así como del misil balístico intercontinental pesado Sarmat y el dron de propulsión atómica Poseidón.
Amenazas de energía cinética basada en tierra
Además de los láseres de energía dirigida, el documento advierte que Rusia también "probablemente" está en proceso de desarrollar "un sistema de misiles móviles con base en tierra, capaz de destruir objetivos espaciales" en órbita terrestre baja, además de misiles balísticos.
"Es probable que este sistema de armas esté operativo en los próximos años", agrega el informe.
Amenazas orbitales
El documento asimismo señala que los satélites de inspección rusos, destinados al diagnóstico de naves espaciales, sirven para fines de doble uso.
"Los satélites de inspección y servicio pueden ser capaces de acercarse a los satélites para inspeccionar y potencialmente solucionar problemas que causen fallas de funcionamiento", destaca el informe, y agrega que "esta misma tecnología también podría ser usada para acercarse al satélite de otro país y realizar un ataque que provoque daños temporales o permanentes".
De acuerdo con el documento, el "comportamiento" del satélite de inspección, que fue desplegado en el año 2017 y es capaz de diagnosticar la condición técnica de un satélite ruso desde la distancia más cercana posible, es "inconsistente con las actividades de inspección en órbita o las capacidades de interpretación de la situación espacial".
Irán y Corea del Norte
Irán y Corea del Norte también "suponen un desafío para los militares que utilizan servicios con capacidad espacial", ya que los dos países "han demostrado capacidades de interferencia".
Según el informe, "Irán y Corea del Norte mantienen capacidades de lanzamiento espacial independientes, que pueden servir como vías para probar tecnologías de misiles balísticos".