La Agencia Nacional de Minería (ANM) de Brasil determinó que deberán eliminarse todos los diques mineros construidos con el mismo método que el de la represa de Brumadinho, cuya rotura dejó 169 muertos y 141 desaparecidos a finales de enero.
Según la ANM, los diques construidos con la llamada técnica "montante", ampliamente utilizada en las décadas de los 70 y 90, era una opción de menor coste para el sector, pero más peligrosa. La técnica consiste en aumentar la altura del dique inicial a través de la acumulación de sus residuos.
El comunicado añade que en la actualidad este método está "obsoleto" y no puede tolerarse, por lo que los diques deben ser eliminados "a la mayor brevedad posible" y llevar a cabo un monitoreo intenso de ellos hasta que estas acciones se concluyan.
Los diques construidos con esa técnica que se encuentran desactivados tendrán hasta el 15 de agosto de 2021 para ser eliminados, y los que están en funcionamiento hasta el 15 de agosto del 2023.
"Daño potencial"
La ANM añade que existen 84 diques que en 2021 deberán desmantelarse, y 43 son considerados de "alto daño potencial". Además, la agencia prohibió construir en zonas que estén a 10 kilómetros de los diques o que puedan ser alcanzadas por una eventual inundación en unos 30 minutos.
El pasado 25 de enero la presa en Brumadinho (estado de Minas Gerais), propiedad del gigante minero Vale, colapsó, provocando una de las mayores tragediashumanas y ambientales vividas en este país.
Este accidente ocurrió casi tres años después de otro desastre minero, cuando un dique en la ciudad de Mariana, situada en la misma región, de la empresa Samarco –compañía conjunta entre Vale y la anglo-australiana BHP– también se rompió. Aquel suceso provocó la muerte de 19 personas.
Ambos diques, el de Brumadinho y el de Samarco, fueron construidos con la técnica "montante".