Los pilotos del vuelo ET302 de la compañía Ethiopian Airlines, que el mes pasado se estrelló a los pocos minutos de despegar de Adís Abeba (Etiopía) causando la muerte de 157 personas, siguieron antes del siniestro el protocolo de emergencia de Boeing para el modelo 737 MAX 8, pero no consiguieron retomar el control de la aeronave, según publicó este martes The Wall Street Journal.
El diario estadounidense, citando a fuentes familiarizadas con la investigación, afirma que los responsables del vuelo apagaron el sistema automático de estabilización (MCAS, por sus siglas en inglés) cuando se percataron de que este hacía que el avión bajase su morro después de haber despegado.
Asimismo, el rotativo detalla que los pilotos usaron un mando manual para intentar estabilizar el aparato, pero al darse cuenta de que su intento no daba el resultado esperado, reactivaron el suministro eléctrico para retomar el MCAS, por lo que la aeronave continuó inclinando hacia abajo su ángulo de ataque.
Esta previsto que el informe oficial preliminar sobre el siniestro del ET302 sea publicado antes del próximo miércoles, cuando se cumplen 30 días del accidente aéreo.
El pasado 10 de marzo, el vuelo ET302 de Ethiopian Airlines, un Boeing 737 MAX 8 con destino a Nairobi (Kenia), se estrelló cerca de Bishoftu (Oromía, Etiopía) apenas seis minutos después de despegar del aeropuerto internacional Bole de Adís Abeba, la capital del país. En el siniestro perecieron las 157 personas que iban a bordo, de 33 nacionalidades distintas.
Tres días después, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su siglas en inglés) comunicó que existían "algunas similitudes" entre el accidente de Etiopía y el acaecido a otro Boeing 737 MAX 8 el pasado mes de octubre en las costas de Indonesia, que se cobró la vida de 189 personas al estrellarse 13 minutos después de despegar de Yakarta.
Tras estos siniestros, varios países de la Unión Europea y América Latina, así como EE.UU., China, Corea del Sur, Australia, Turquía e India, entre otras naciones, dejaron en tierra y/o cerraron su espacio aéreo a los aparatos de este modelo de Boeing. Todo ello provocó una importante caída del valor bursátil de la compañía aeronáutica, que decidió suspender las entregas de sus 737 MAX.