La Justicia brasileña acepta una nueva denuncia contra Temer por corrupción
La Justicia federal de Brasilia aceptó una denuncia contra el expresidente Michel Temer (2016-2018) por aceptar supuestamente sobornos a cambio de editar un decreto que alteró la ley de puertos y benefició a empresas del sector portuario.
La denuncia fue presentada por la fiscal general, Raquel Dodge, en diciembre del año pasado, cuando Temer seguía en el cargo. El exmandatario abandonó el cargo el pasado 1 de enero perdiendo así la inmunidad, por lo que las investigaciones en su contra pasaron a la Justicia de primera instancia.
Además de Temer, que se enfrenta a varios procesos por corrupción, otras cinco personas son sospechosas en esta trama y están acusadas de delitos de corrupción pasiva, corrupción activa y blanqueo de dinero. Se trata del coronel retirado y amigo del expresidente, João Baptista Lima Filho, el exdiputado y exasesor de Temer, Rodrigo Rocha Loures, y tres ejecutivos del grupo Rodrimar, uno de los supuestos beneficiados.
La defensa de Temer calificó la imputación de "absurda, sin amparo en los autos del proceso". "Al contrario: Rodrimar, que se habría beneficiado por el decreto de puertos ¡no lo fue! Y eso, que se repita, está probado en la investigación", señala en un comunicado, recogido por la prensa, Eduardo Carnelós, abogado del expresidente.
"Líder de una organización criminal"
Temer, de 78 años e hijo de inmigrantes libaneses, llegó a estar preso a finales de marzo tras ser acusado de liderar una "organización criminal" que desvió durante 40 años una cifra total que ronda los 473 millones de dólares, y que fueron destinados a la construcción de la central nuclear Angra 3, en Río de Janeiro.
Sin embargo, cuatro días después, se ordenó su liberación por considerar que la privación de la libertad no respetaba las garantías constitucionales del político, quien estaba siendo juzgado bajo la condición de prisión preventiva.
Temer asumió la Presidencia en agosto de 2016 tras el 'impeachment' contra la mandataria Dilma Rousseff, de quien fue vicepresidente, bajo la acusación de manipular las cuentas públicas.