El Comando Sur informó que el buque hospital 'USNS Comfort', perteneciente a la Armada estadounidense, saldrá el próximo mes junio de la base Naval Norfolk, la más grande del mundo ubicada en Virginia, con destino al Caribe, Centroamérica y Suramérica.
La misión de este embarcación, que tendrá una extensión de cinco meses, es llevaba a cabo por personal militar estadounidense, que arribará a los países de la región para "ayudar a aliviar la presión" generada por la llegada de "migrantes venezolanos que escapan de la crisis", según el comunicado.
El buque 'USNS Comfort' posee 1.000 camas a bordo para brindar ayuda médica. A finales del año pasado, atendió a venezolanos en Colombia, Perú, Ecuador y Honduras. Algunos expertos se han mostrado escépticos y han señalado que además cumple funciones de "vigilancia, recolección de información, control y espionaje, para futuras operaciones" y que podría formar parte de "intentos de agresión".
Este sería el séptimo despliegue que el barco hospital realiza en la región desde 2007.
"Escapan de la brutal represión"
En el texto, el comandante del Comando Sur de los EE. UU., Craig Faller, afirmó que "se compromete" en "apoyar" a los venezolanos "que escapan de la brutal represión del régimen de Maduro" y la "compleja crisis política y económica que ha generado".
Esta decisión coincide con el momento de máxima tensión entre Washington y Caracas debido al desconocimiento de la legitimidad del presidente Nicolás Maduro, por parte de la Casa Blanca, su presión a los militares venezolanos para que depongan a su Gobierno y las declaraciones de altos funcionarios sobre los posibles escenarios y que "todas las opciones sobre la mesa".
A principios de abril Maduro aprobó el ingreso al país suramericano de asistencia técnica humanitaria, coordinada por la Cruz Roja y la Organización de Naciones Unidas (ONU). De igual manera, países como Rusia, China y Cuba han enviado toneladas de medicinas e insumos médicos para atender a los venezolanos.
Un estudio realizado por el Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés) arrojó que casi 40.000 venezolanos fallecieron por causa de las sanciones económicas sobre el país latinoamericano, impuestas desde agosto de 2017 por Washington, por su parte, la oposición atribuye la situación a la corrupción, a la mala gestión de Maduro y a la falta de inversión en el sector de la salud.