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La cumbre islámica rechaza cualquier paso que amenace al "estatus legal e histórico" de Jerusalén Este
Los países islámicos también denunciaron los ataques contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudita y el sabotaje de cuatro buques petroleros frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos.
La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) ha reunido a los líderes y delegados de 57 naciones en la cumbre en La Meca (Arabia Saudita) poco después de que en la ciudad se celebraran otras dos reuniones del mundo árabe. El tema central fue la causa palestina. Los congregados denunciaron la violación de los "derechos legítimos [del pueblo palestino] garantizados por las resoluciones de legitimidad internacional y la Iniciativa de Paz Árabe".
La OCI rechazó "cualquier acción que infrinja el estatus histórico y legal de Jerusalén Este" y amenace a la solución biestatal del conflicto. Los congregados expresaron un enérgico rechazo a las decisiones y posturas de cualquier país u organismo internacional que apoyen la prolongada ocupación de los territorios palestinos, incluida la decisión de EE.UU. de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y las decisiones de los países que trasladaron sus Embajadas en Israel a esta ciudad.
El organismo instó a los países miembros a no dejar sin respuesta aquellos actos y rechazó todas las medidas ilegales de Israel que buscan cambiar los hechos en territorios palestinos ocupados, aunque tampoco expresó la voluntad de devolverles a los palestinos todo el territorio que les pertenecía antes de la creación del Estado de Israel.
Otros puntos clave: Irán y los Altos del Golán
En la cumbre también condenaron el "sabotaje" de cuatro buques petroleros frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos que amenazó la seguridad de navegación marítima, y el ataque con drones contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudita, que fue reivindicado por los hutíes yemeníes "apoyados por Irán".
Teherán negó su implicación en cualquiera de los actos, pero el rey saudí, Salmán bin Abdelaziz al Saúd, reiteró su postura de que detrás de las "operaciones terroristas" estaba el Gobierno iraní. Sin embargo, pese a las advertencias no hubo una retórica directa de guerra contra Irán.
Según el líder del movimiento libanés Hezbolá, Hassan Nasrallah, que habló la noche de este viernes ante una congregación en Beirut, esto se debió al hecho de que Donald Trump y sus agencias de inteligencia se dieron cuenta de que "una guerra contra Irán no terminará en las fronteras iraníes", y abarcará a toda la región, poniendo en peligro a las tropas y los intereses de EE.UU. en la zona.
Con respecto a los Altos del Golán, los representantes del mundo islámico se negaron a aceptar cualquier decisión que busque cambiar el estatus legal y demográfico de la región, sobre todo la decisión de EE.UU. de reconocer la soberanía israelí en todo el territorio en disputa.
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