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Mnuchin: "Trump estará muy feliz de imponer nuevos aranceles a China si su reunión con Xi no va bien"
El secretario del Tesoro de EE.UU. señaló que el presidente intentará determinar si su homólogo chino está dispuesto a ir "en la dirección correcta" hacia un acuerdo.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, señaló este domingo en una entrevista al canal CNBC que el presidente Donald Trump tomará una decisión sobre la imposición de aranceles adicionales a China después de reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, en la cumbre del G20, que se celebrará los días 28 y 29 de junio en Japón.
"Si China quiere avanzar con el acuerdo, estamos preparados para avanzar en los términos que hemos hecho. Si China no quiere avanzar, entonces el presidente Trump está perfectamente feliz de avanzar con los aranceles para reequilibrar las relaciones", declaró el secretario.
Según Mnuchin, el mandatario estadounidense intentará determinar si Xi Jinping está dispuesto a ir "en la dirección correcta" hacia un acuerdo para reformular las relaciones comerciales entre ambos países.
"Vamos a necesitar ver acción, y el presidente Trump tendrá que asegurarse de que está claro que nos estamos moviendo en la dirección correcta hacia un acuerdo", señaló.
Previamente el pasado 6 de junio, Trump advirtió a Pekín que podría imponer a los productos chinos aranceles adicionales por valor de 300.000 millones de dólares si es necesario, y agregó que tomará la decisión al respecto después de la reunión del G20.
El último encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping tuvo lugar el pasado 1 de diciembre en Buenos Aires. Durante esa reunión los dos presidentes acordaron una 'tregua' de 90 días en su disputa comercial, mientras los dos países intentan alcanzar un acuerdo duradero sobre propiedad intelectual, robo de tecnología y barreras comerciales no arancelarias.
En los siguientes meses no hubo más escaladas, en medio de repetidas rondas de conversaciones tanto en Washington como en Pekín, pero esa pausa terminó el pasado 10 de mayo cuando EE.UU. elevó del 10% al 25% los aranceles sobre una serie de mercancías chinas importadas por un valor de 200.000 millones de dólares al año.
El presidente estadounidense ordenó también prepararse para nuevos aranceles por valor de 325.000 millones de dólares anuales a otros productos chinos que hasta ahora no estaban sujetos a impuestos.
China, por su parte, respondió anunciando un plan para incrementar los impuestos a importaciones estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares al año, que empezará a aplicarse el 1 de junio.
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