La extradición de Julian Assange a EE.UU. sería un golpe "para todos los buscadores de la verdad", ha declarado a RT el exparlamentario británico George Galloway, que advierte que no apoyar al fundador de WikiLeaks puede acarrear consecuencias desastrosas para el periodismo.
El ministro británico del Interior, Sajid Javid, anunció este jueves que ha firmado la solicitud del Departamento de Justicia EE.UU. para la extradición de Assange. Para Galloway, miembro del Parlamento británico durante casi 30 años y presentador de programas de radio y televisión, este episodio "oscuro" muestra que el Gobierno "zombi" de Theresa May no estaba "contento con todos los demás desastres de los que es responsable".
No obstante, el analista insiste en que los partidarios de Assange "nunca abandonarán" la lucha para detener su extradición a EE.UU. y garantizar su liberación segura de la custodia de Reino Unido, ya que no apoyarlo ahora tendrá consecuencias desastrosas para el periodismo y todos aquellos que profesan valores progresistas.
"Todo buscador de la verdad se hundirá si Julian se hunde", asevera Galloway.
- Assange llevaba refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde junio de 2012, cuando Quito le proporcionó asilo político para evitar que fuera extraditado a Suecia. El 11 de abril el activista australiano fue despojado de su asilo diplomático y arrestado por las autoridades británicas.
- Justo después del arresto del activista, Washington anunció una acusación criminal en su contra por presunta conspiración, y el pasado 23 de mayo le imputó 17 nuevos cargos, entre ellos violación de la Ley de Espionaje.
- De ser hallado culpable de estas acusaciones, y en caso de que fuera extraditado al país norteamericano, el activista podría anfrontar hasta 175 años entre rejas.
- Actualmente, el fundador de WikiLeaks se encuentra preso en la cárcel de Belmarsh, en el sudeste de Londres. La Corte de la Corona de Southwark lo condenó a 50 semanas de reclusión por las presuntas violaciones de los términos de libertad condicional que cometió tras asilarse en la Embajada de Ecuador en Londres.