López Obrador revela que recibió una manta con amenazas frente a su casa

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló en su rueda de prensa matutina de este martes que "hace pocos días" se colocó "una manta" frente a su domicilio con mensajes intimidatorios, pero afirmó que ello no frenará sus actividades de gobierno. 

"Ni modo que por una manta vamos a dejar de cumplir con nuestra responsabilidad", expresó el mandatario. Consultado sobre las palabras de aquella amenaza, López Obrador contestó: "No me acuerdo, son cosas que son preferibles olvidar".  

Sin embargo, recordó algunas de las advertencias escritas en esa tela: "'Ya sabemos donde vives', y la dirección de mi casa", contó. 

Sobre las reacciones que le generó ser víctima de aquel acto delictivo, el líder mexicano aseguró: "Sin balandronadas, puedo decirles que soy un ser humano y que tengo miedo, pero al mismo tiempo puedo decir también que no soy un cobarde". 

Para cerrar el tema, el político comentó que "las mantas y otras reacciones pueden seguir apareciendo". Y concluyó: "Pero nosotros tenemos que cumplir con nuestro deber". 

Asimismo, aclaró que la decisión de mudarse con su familia desde su residencia en la zona de Tlalpan, Ciudad de México, hacia el Palacio Nacional, no estuvo influenciada por las recientes intimidaciones.

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Antecedentes

La polémica por las mantas ocupó lugar en la agenda pública en las últimas horas luego de que este lunes se hayan quemado autos y dejado telas con amenazas a miembros de la Guardia Nacional en la ciudad de Villahermosa, estado de Tabasco. 

Se trata de una nueva fuerza pública creada recientemente por el Gobierno local, conformada por efectivos militares y navales, situación que desató el debate entre ciudadanos y expertos preocupados por esta importante modificación. Los cambios se dieron en el marco del nuevo Plan Nacional de Paz y Seguridad, lanzado por la actual Administración. 

Así, López Obrador ya anunció que la Guardia Nacional se desplegará en las 16 alcaldías de Ciudad de México. 

En cuanto a su protección personal, al llegar a la Presidencia el dirigente renunció al cuidado del Estado Mayor Presidencial. Así, en sus apariciones públicas solo es custodiado por un grupo reducido de 20 efectivos, de los cuales diez son mujeres.