La Oficina de Aduanas de la ciudad indonesia de Batam enviará de vuelta 49 contenedores con desechos tóxicos y basura a sus países de origen, incluidos EE.UU., Australia y varias naciones europeas, siguiendo así recomendaciones del Ministerio del Medio Ambiente y Bosques del país, informa el periódico The Jakarta Post.
Ya anteriormente había devuelto el ministerio cinco contenedores de basura a EE.UU. después de descubrir que tenían pañales, restos de plástico, madera, telas y zapatos en "cantidades significativas", cuando se suponía que solo contenían restos de papel limpio. El caso, además, motivo la inspección de otros 65 contenedores.
De acuerdo con la jefa de la oficina de aduanas de Batam, Susila Brata, los análisis de laboratorio demostraron que 38 de ellos contenían desechos tóxicos y peligrosos, mientras 11 más estaban llenos de basura, todo lo cual violaba las reglas de importación.
Según el informe, la documentación de registro especificaba que los contenedores únicamente podían contener restos de plástico, destinados a ser reciclados en Indonesia y luego exportados a otros países. Solo 16 de ellos fueron aprobados para su entrega a los importadores.
Susila agregó que los importadores recibieron un plazo de 90 días, después de la llegada de los contenedores a Batam, para devolverlos.
Entretanto, Indonesia no es la única nación que devuelve basura a sus países de origen. El domingo pasado, 69 contenedores con basura canadiense, enviados de vuelta hace un mes por Filipinas, finalmente arribaron a un puerto al sur de Vancouver.
Los contenedores de basura habían sido enviados a Filipinas por una empresa de origen canadiense, entre 2013 y 2014, y erróneamente etiquetados como plástico para reciclar. Posteriormente se reveló que el contenido era en su mayor parte simple basura, lo que incluía pañales sucios, residuos de cocina y objetos electrónicos. Hace tres años, un tribunal del país asiático declaró ilegal la importación de tales residuos canadienses.