Una compañía de seguridad española espió todas las reuniones de Assange en la Embajada ecuatoriana

Los empleados de la empresa recopilaban toda la información posible sobre el activista. Las cámaras grabaron decenas de reuniones con sus letrados, con quienes discutió su estrategia de defensa.

La compañía de defensa y seguridad privada española Undercover Global S. L., que fue encargada de proteger la embajada ecuatoriana en Londres, espió las 24 horas de día al fundador de WikiLeaks Julian Assange durante su estancia en la misión diplomática, informa el periódico español El País, citando documentos, videos y audio a los que ha tenido acceso.

De acuerdo con los materiales, los empleados de Undercover Global S. L., registrada en Puerto Real (Cádiz) y contratada por la Cancillería ecuatoriana para el período 2012-2018, se dedicaban a recopilar toda la información posible sobre Assange. En concreto, las cámaras grabaron decenas de reuniones del ciberactivista con sus abogados y colaboradores, con quienes discutió su estrategia de defensa.

De esta manera, la empresa española obtuvo algunos planes secretos del equipo del ciberactivista, que supuestamente tenían como objetivo sacarlo de la Embajada disfrazado y llevarlo a Rusia o Cuba. Según señala el periódico, estos proyectos no se implementaron debido al rechazo del propio fundador de WikiLeaks.

El propio Assange, por "paranoia de ser espiado", mantuvo algunas reuniones con sus visitantes en el baño de las mujeres, porque consideraba que este lugar era seguro, destaca el diario. Asimismo, el activista utilizaba un distorsionador de voz y tapaba las notas que tomaba durante sus reuniones.

"La información pertenece al Gobierno de Ecuador"

Las actividades de los empleados de Undover Global S. L. en relación con "el huésped" (como denominan a Assange en sus registros) se intensificaron después de que Lenín Moreno llegara a la presidencia de Ecuador, agrega el medio.

El seguimiento de los movimientos y el estado de ánimo del ciberactivista, así como la grabación de sus conversaciones, fueron una rutina diaria de los empleados de la compañía de seguridad. Todos los días, el material era enviado al dueño de la compañía, David Morales, un exmilitar que sirvió en las unidades especiales del Cuerpo de Marines de España. Morales se negó a responder si su compañía espió a Assange.

 "Toda la información es confidencial y pertenece al Gobierno de Ecuador (...) os limitamos a realizar un trabajo. No puedo comentar nada de lo que hicimos allí, no puedo dar ningún detalle", aseveró en una conversación telefónica.

El interés en las reuniones de Assange no disminuyó después de que el Gobierno del presidente Moreno rescindiera el contrato con Undercover Global S. L. y delegara la protección de su Embajada a la empresa ecuatoriana Promsecurity. Las cámaras instaladas continuaron grabando todas las visitas del activista.