El Gobierno de EE.UU. ha dicho este martes que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tiene un "corto plazo" para abandonar el poder, si no quiere enfrentar a la Justicia internacional y más medidas punitivas.
El encargado de la Casa Blanca en América Latina, Mauricio Claver-Carone, dijo en entrevista a EFE que es tiempo que Washington y el Grupo de Lima "ofrezcan una salida" al presidente venezolano "en un tiempo definido". "Si no la toma, las medidas se van a endurecer mucho, mucho más", agregó.
El 10 de enero de este año, Maduro fue juramentado como presidente de Venezuela para el periodo 2019-2025, luego de que resultara reelecto en mayo de 2018 con el 67,84 % de los votos, en unas elecciones que tuvieron una participación del 46 % de los electores.
"Presión máxima"
Claver-Carone ya se ha referido anteriormente a las coacciones "políticas y financieras" contra el Gobierno venezolano como forma de ejercer "presión máxima" contra el mandatario venezolano, recoge una entrevista en Miami Diario.
Estas declaraciones se producen en medio de la reapertura de un proceso de diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición, que ha sido acompañado por Noruega, para llegar a un "acuerdo político".
Por otra parte, Maduro se ha referido a un proceso de elecciones en el país suramericano para elegir a los nuevos miembros de la Asamblea Nacional, con referencia a los diputados opositores que, según el gobierno, han participado en distintas acciones golpistas y de desconocimiento de las leyes para acabar con el mandato presidencial.
Tras la autojuramentación del diputado opositor Juan Guaidó como "presidente encargado", la Casa Blanca ha incrementado sus acciones en contra de Caracas para lograr la salida de Maduro, a quien no reconoció como mandatario tras su reelección, debido a que catalogó el proceso como fraudulento.