El ciberactivista estadounidense Jeremy Hammond, quien permanece en prisión desde el 2012 por el 'hackeo' de los servidores de la empresa privada de espionaje económico Stratfor —apodada 'la CIA en la sombra'— y por la fuga de millones de sus correos a WikiLeaks, podría perderse la posibilidad de salir en libertad anticipada a fines de este año a raíz de su negativa de testificar contra Julian Assange.
Y es que el pirata informático y exmiembro del grupo Anonymous ha sido trasladado desde la Correccional de Memphis (Tennessee, EE.UU.) —en la que cumplía su condena de 10 años— a la misma prisión en Alexandria, Virginia, donde permanece Chelsea Manning, exanalista de inteligencia del Ejército de EE.UU. encarcelada allí por negarse a declarar sobre sus interacciones con el fundador de WikiLeaks.
La transferencia de Hammond significa un nuevo intento de las autoridades del país norteamericano de presionarlo para que finalmente testifique contra sus antiguos compañeros y colaboradores ante un gran jurado, señala el Comité de Apoyo a Jeremy Hammond, en un comunicado publicado este martes en el portal Courage Foundation.
A cambio de su declaración de culpabilidad sin cooperación, Hammond había obtenido inmunidad contra nuevos enjuiciamientos en cualquier otra corte federal y estaba previsto que saliera en libertad en diciembre, gracias a una reducción de condena por participar en el programa contra el abuso de drogas entre presidiarios de la Agencia Federal de Prisiones de EE.UU.
Sin embargo, su traslado al nuevo penal interrumpe su participación en ese programa y garantiza su permanencia en prisión al menos por un año más. Y su rechazo a colaborar con las autoridades podría colocarlo en el mismo limbo legal que Manning, cuya pena de 35 años fue conmutada a principios de 2017 por la Administración de Obama, pero que en marzo pasado fue nuevamente encarcelada por negarse a testificar contra Assange. Y por cada día de silencio, la multa en su contra asciende a 1.000 dólares, acercándose el total actualmente al medio millón.
"Al igual que otros resistentes al gran jurado antes que él, incluyendo a Chelsea Manning, Jeremy cree firmemente que los grandes jurados son herramientas represivas del Gobierno, usadas para investigar e intimidar a comunidades de activistas", concluye el mensaje del comité.
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