México ha reducido un 56 % el flujo de migrantes centroamericanos que llegan a la frontera sur de EE.UU., en el marco del acuerdo alcanzado entre ambos países en junio pasado para evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos.
"La implementación de todas las medidas en su conjunto han traído consigo una reducción del flujo migratorio del orden del 56 % entre principios de junio y finales de agosto", dijo Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El Gobierno mexicano informó que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración, de enero a septiembre de 2019 ingresaron a territorio mexicano 138.491 migrantes.
De estos, 94.893 eran adultos y 43.598 eran niñas y niños.
El 47 % de estos migrantes provino de Honduras, 25 % de Guatemala y 11 % de El Salvador.
En total, México devolvió a sus países de origen a 134.406 migrantes, equivalentes al 97 % del total que ingresaron a territorio mexicano.
"La estrategia mexicana está funcionando, ahí están los números", señaló Ebrard tras rechazar cualquier posibilidad de que México se convierta en tercer país seguro.
El secretario de Relaciones Exteriores resaltó que, en todo el proceso, solo se presentaron siete quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, una cifra que consideró muy baja ante la magnitud del fenómeno migratorio.
"En síntesis se lograron tres cosas: la reducción de un flujo migratorio muy grande, complejo, que ponía en tensión nuestras normas legales y nuestra propia política migratoria. En segundo, esto se logró con respeto a los derechos humanos. Y en tercero, México está dando ejemplo de que con poco dinero se podría crear empleo en esos países y eso es mejor que cualquier otra política para reducir el flujo migratorio", resumió Ebrard.
Revisión de resultados
El canciller mexicano se reunirá el próximo martes 10 en la Casa Blanca con funcionarios del Gobierno de EE.UU. para revisar los avances en el acuerdo binacional firmado en junio pasado.
Tras la amenaza del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien amagó con imponer aranceles a todas las mercancías mexicanas en represalia por la política migratoria de México que permitía el libre tránsito de los migrantes centroamericanos por territorio mexicano, funcionarios de ambos países firmaron un acuerdo para que México pusiera mayores controles en su frontera sur.
A partir del acuerdo alcanzado, el Gobierno de México desplegó a más de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala, con el fin de contener a los migrantes centroamericanos.
Para ello, el Ejecutivo de López Obrador pidió tres meses de plazo. Al final de dicho periodo, ambos Gobiernos revisarían los resultados de la estrategia desplegada por funcionarios mexicanos.
En este contexto, el presidente mexicano impulsó además la creación de programas sociales para generar empleo en El Salvador y Honduras. Esto, como parte del plan para el desarrollo de Centroamérica impulsado por México y elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los africanos varados en la frontera
Otro tema que se tocó durante la conferencia fue el caso de los migrantes africanos que se encuentran detenidos en la frontera sur de México.
Ebrard dijo que estas personas piden que se les deje transitar libremente por territorio mexicano hacia EE.UU., sin identificarse, lo cual fue negado por el Gobierno mexicano.
Las declaraciones del canciller se produjeron después de que se registraran algunos enfrentamientos entre migrantes africanos y elementos de seguridad en México, luego de varias protestas que han incluido un plantón en el exterior de la estación siglo XXI, en Tapachula, Chiapas.