El Comandante General de la Policía de Bolivia presenta su renuncia

Un grupo de policías amotinados en La Paz exigían la dimisión de Vladimir Yuri Calderón.

El Comandante General de la Policía de Bolivia, Vladimir Yuri Calderón, renunció este lunes a su cargo después de que el domingo pidiese la renuncia del presidente Evo Morales.

Así lo recoge la prensa local, que cita al departamento de comunicación de la Policía, y que añade que Calderón lo hará oficial en la próximas horas con la entrega de una carta. Inmediatamente, se designará a un nuevo jefe interino.

Un grupo de policías amotinados en La Paz exigían la dimisión de Calderón. Tras el anuncio de su dimisión, la Policía se prepara para salir a los puntos conflictivos para devolver el orden.

En un video difundido en las redes sociales, Calderón aseguró el domingo que la solicitud de renuncia de Morales se sumaba al "pedido del pueblo boliviano" para "pacificar" a la nación en estos "duros momentos que atraviesa".

La decisión de este general se produjo luego del pronunciamiento del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas, Williams Kaliman, en el que también solicitó la dimisión de Morales "ante la escalada de conflicto que atraviesa el país" y "velando por la vida y la seguridad de la población".

Por otra parte, Kaliman sugirió a los sectores que llevan a cabo actos de protesta "deponer las actitudes de violencia y desorden entre hermanos" para evitar que se manche "con sangre y dolor" a la población.

Golpe de Estado

Bolivia vive sumida en una crisis política desde el golpe de Estado de domingo, cuando el presidente y el vicepresidente, Álvaro García Linera, se vieron forzados a presentar su renuncia tras el pronunciamiento militar, en medio de una ola de dimisiones dentro de su Gobierno y las protestas que estallaron tras las elecciones del pasado 20 de octubre, cuando Mesa, junto a organizaciones sociales, denunciaron supuesto fraude en el recuento de los votos, aunque no han presentado pruebas.

Horas antes de su renuncia, Morales convocó nuevas elecciones nacionales, en conformidad con las sugerencias de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y con el ánimo de buscar "la paz en Bolivia". Sin embargo, la propuesta fue rechazada por el excandidato opositor Carlos Mesa, que instó a los grupos opositores a mantener las movilizaciones en las calles hasta que se aceptara celebrar elecciones sin participación de Morales ni de García Linera.