Premio Nobel de la Paz, sobre el golpe de Estado en Bolivia: "Detrás de todo esto está la política de EE.UU."
"Anden con cuidado porque los estamos siguiendo". Con estas palabras el ministro del Gobierno de facto de Bolivia, Arturo Murillo, amenazó a una delegación argentina de organismos sociales y de derechos humanos que fueron a la ciudad de Santa Cruz para hacer una escala y luego seguir hacia La Paz con el objetivo de estudiar los abusos cometidos contra la población.
Precisamente en este grupo de activistas está Leonardo Pérez Esquivel, hijo del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. En el aeropuerto de Santa Cruz fueron demorados e interrogados por la Policía, y también insultados y agredidos por un grupo de manifestantes de ultraderecha que siguen a Luis Fernando Camacho.
"Una gran responsabilidad de la CIDH"
"Lógicamente, que estamos frente a un golpe de Estado cívico-militar. Pero aquí hay una gran responsabilidad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la OEA, presidida por Luis Almagro", comentó a RT el reconocido activista argentino.
De acuerdo con Pérez Esquivel, Almagro es "un hombre que viene siendo cuestionado por sus actitudes frente a la política que debe llevar la Comisión". "Pedimos su destitución porque no puede ser que haya provocado todo y apoyado un golpe de Estado en Bolivia cuando sabe que las elecciones fueron ganadas por Evo Morales, pero lo acusa de fraude sin tener evidencia ninguna", señaló el Nobel de la Paz.
Asimismo, Adolfo Pérez Esquivel cree que detrás de toda la crisis en Bolivia "está la política de EE.UU., hecho que fue denunciado en reiteradas oportunidades por Evo Morales".
El defensor de los derechos humanos subrayó también que los pueblos de diferentes países de Latinoamérica "ya no soportan más la política de marginalidad y de hambre", por lo que llevan sus protestas a las calles. Agregó que "tal vez esto no se dio en Argentina porque hubo elecciones y esto contuvo la explosión social".
"La democracia no se regala"
Para concluir, Pérez Esquivel resaltó que la violencia que están viviendo varios países de América Latina se frena "a través del dialogo y a través de poner en común las cosas y ver cuál pude ser una salida lógica".
"La democracia no se regala, la democracia se construye. No es poner el voto en una urna y decir que vivimos en democracia. Para mí la democracia significa derecho a igualdad para todos y todas, y hoy no está en nuestros países", concluyó.