Datos de 37.000 propietarios de armas de fuego pudieron quedar expuestos en una plataforma gubernamental en Nueva Zelanda

Miles de ciudadanos han estado vendiendo sus rifles semiautomáticos y de asalto a las autoridades, después del atentado perpetrado en Christchurch.

Una plataforma de notificación en línea del programa de recompra de armas de fuego de ciudadanos en Nueva Zelanda ha sido cerrada, después de que una asociación local de propietarios de armas encontrara una vulnerabilidad en su seguridad, que podría haber expuesto los datos personales de unos 37.000 usuarios de ese servicio.

"Hemos informado a la oficina del Comisionado de Privacidad sobre el posible problema", han indicado desde la Policía local este 2 de diciembre, admitiendo que fueron informados del problema por un "ciudadano".

"Inmediatamente después de conocer el problema, la plataforma fue cerrada y estamos investigando el asunto más a fondo", ha añadido en un comunicado.

Debido a dicha vulnerabilidad quedaron expuestos diversos datos, como nombres y detalles de contactonúmeros de cuentas bancarias, fecha en que completaron los formularios de entrega de armas de fuego e información sobre el armamento que poseen.

"Pudieron hacer una captura de pantalla y descargar información", ha declarado a Newshub un portavoz del Consejo de Propietarios de Armas de Fuego con Licencia, en referencia al grupo que detectó la vulnerabilidad en el sitio web.

"Esto significa que miembros de pandillas u otros elementos criminales podrían haber accedido a esta información antes de que nuestros partidarios descubrieran la brecha", añadió. "Esto es exactamente lo que temíamos de una agencia incompetente a cargo de un registro en línea", ha concluido.

Nueva Zelanda prohibió todos los rifles semiautomáticos y de asalto de estilo militar, así como los cargadores de alta capacidad el pasado 15 de marzo, después de que ese mismo día un supremacista blanco australiano matara a 51 personas e hiriera a 49 en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, en lo que se convirtió en el acto terrorista más mortal en la historia moderna del país. A través de este sitio de recompra de armas los ciudadanos estaban vendiendo armamento de este tipo, que tenían en su poder, a las autoridades.