Alcalde de Nueva York: "Existe un estado de guerra 'de facto' entre EE.UU. e Irán"
El jefe del Gobierno de Nueva York, Bill de Blasio, ha anunciado este viernes que tras el ataque con misiles de EE.UU. que acabó ayer con la vida del general iraní Qassem Soleimani, los dos países están 'de facto' en guerra.
"Nuestro mundo cambió la noche pasada. […] Esta mañana, nos enfrentamos a una realidad a la que no nos hemos enfrentado anteriormente", ha dicho el alcalde en una conferencia de prensa.
"En este punto, existe un estado de guerra 'de facto' entre EE.UU. e Irán. Ninguno de nosotros sabe cómo se desarrollará eso. Probablemente tomará semanas y meses, tal vez incluso años antes de que veamos que todo esto funciona", ha afirmado el político.
Asimismo, ha sugerido que Teherán pueda planear ataques en Nueva York, "el objetivo terrorista número uno" en el país norteamericano.
"Nunca hemos enfrentado en las últimas décadas la realidad de una guerra con un Gobierno de un país grande con una red internacional de terror a sus órdenes", ha advertido de Blasio.
Al mismo tiempo, ha expresado su confianza en la Policía de Nueva York y ha indicado que ese departamento vigila la actividad de Teherán.
"Ha estado observando las acciones de Irán y sus representantes durante muchos años. […] Hay una gran cantidad de información que ya tenemos sobre las actividades de Irán y sus aliados", ha señalado.
Soleimani fue una figura clave en la dirección de las acciones militares de Irán en Oriente Medio. Estaba al frente de los servicios de Inteligencia iraníes y gozaba de una gran popularidad en su país gracias a sus numerosos méritos, entre los que se cuenta haber dirigido la lucha de milicias chiitas contra el Estado Islámico en Irak y Siria.
Además de él, en el bombardeo de este jueves murieron Abu Mahdi al Muhandis, el jefe de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) y comandante de la milicia Kataib Hezbolá (KH), y al menos otras 10 personas.
El Pentágono confirmó la autoría del ataque de misiles perpetrado este 2 de enero en la capital iraquí, el cual fue efectuado "bajo la dirección" del presidente de EE.UU., Donald Trump, y "tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes".
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que Teherán y otras naciones de la región "vengarán" el asesinato de Soleimani y aseguró que esta acción hará que Teherán esté "más decidido" en su resistencia contra EE.UU. Previamente, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó los ataques de EE.UU. de "acto de terrorismo internacional", mientras que el líder supremo del país, Alí Hoseiní Jameneí, advirtió que a los "criminales" que mataron al general les espera una dura venganza.