El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, afirmó este domingo que Washington puede continuar atacando a los altos oficiales iraníes que presuntamente dirigen la actividad antiestadounidense de diferentes movimientos en Irak.
"En el pasado, las Administraciones previas […] respondían con miedo al tratar de desafiar y atacar a todos los que corrían con un AK-47 o una pieza de artillería indirecta", dijo el canciller estadounidense en una entrevista con el programa This Week, de la cadena ABC.
"Nosotros hemos dado un enfoque muy diferente. Le hemos dicho al régimen iraní: 'Ya basta. No puede salirse con la suya utilizando fuerzas asociadas y pensar que su patria estará a salvo y seguirá'. Vamos a responder contra quienes toman las decisiones, contra las personas que están causando esta amenaza desde la República Islámica de Irán", agregó.
Asimismo, comentó la declaración del presidente de EE.UU., Donald Trump, que el día antes amenazó con atacar objetos del patrimonio cultural iraní, una acción que, según el presentador del programa, George Stephanopoulos, puede ser considerada un crimen de guerra.
"Nos comportaremos legalmente. Nos comportaremos dentro del sistema", reiteró el jefe de la diplomacia estadounidense.
Las declaraciones de Pompeo llegan en un contexto de altas tensiones entre EE.UU. e Irán tras el asesinato, el jueves 2 de enero, del mayor general iraní Qassem Soleimani.
Soleimani fue una figura clave en la dirección de las acciones militares de Irán en Oriente Medio. Estaba al frente de los servicios de Inteligencia iraníes y gozaba de una gran popularidad en su país gracias a sus numerosos méritos, entre los que se cuenta haber dirigido la lucha de milicias chiitas contra el Estado Islámico en Irak y Siria. Varios expertos consideran que Soleimani fue la segunda persona más poderosa en Irán tras el líder supremo, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, y que tenía incluso más influencia que el propio presidente, Hasán Rohaní.
Además de él, en el bombardeo del jueves murieron Abu Mahdi al Muhandis, el jefe de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) y comandante de la milicia Kataib Hezbolá (KH), y al menos otras 10 personas.
El Pentágono confirmó la autoría del ataque de misiles en el que perdió la vida Soleimani, y detalló que fue efectuado "bajo la dirección" del presidente de EE.UU., Donald Trump, y que "tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes".
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que Teherán y otras naciones de la región "vengarán" el asesinato de Soleimani y aseguró que esta acción hará que Teherán esté "más decidido" en su resistencia contra EE.UU. Previamente, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó los ataques de EE.UU. de "acto de terrorismo internacional", mientras que el líder supremo del país, Alí Hoseiní Jameneí, advirtió que a los "criminales" que mataron al general les espera una dura venganza.