Moscú ha lanzado este miércoles una advertencia ante la escalada de la tensión en Oriente Medio tras el lanzamiento por Irán de 22 misiles balísticos de corto alcance contra dos bases iraquíes que albergan soldados estadounidenses, en respuesta al asesinato del general iraní Qassem Soleimani, según se desprende de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
El pasado 3 de enero, tras la muerte de Soleimani, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, aseguró que el mundo se enfrenta a "una nueva realidad, es decir, a eliminación de un representante del Gobierno de un Estado soberano, un funcionario público, sin una correlación de estas acciones con alguna base jurídica". En la misma línea, dijo que se trata de "un hecho extremadamente importante que lleva la situación a un plano completamente distinto".
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, instó a EE.UU. a renunciar a los "métodos de fuerza ilegales" y a "resolver cualquier problema en la mesa de negociaciones". Asimismo, indicó que el asesinato del general iraní, que viola "flagrantemente" las normas del derecho internacional y "merece una condena", tendrá "graves consecuencias para la paz y la estabilidad de la región".
El ataque de la discordia
La situación en la región se ha vuelto explosiva desde que el pasado jueves un ataque aéreo lanzado por el Pentágono en Bagdad acabara con la vida de 12 personas, entre ellas Soleimani y el líder de Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis.
La madrugada de este miércoles Irán atacó con 22 misiles balísticos dos bases aéreas iraquíes que albergan tropas estadounidenses, en respuesta al asesinato de Soleimani. La Guardia Revolucionaria iraní indicó que la Operación Mártir Soleimani tuvo como objetivo "la base de las fuerzas terroristas e invasoras de EE.UU.".
Irán responde
Asimismo, amenazó con atacar a los aliados de Washington en la región, particularmente Kuwait, Baréin, Arabia Saudita, Jordania e Israel, si EE.UU. emprende alguna acción agresiva.
Varios medios iraníes indicaron que unas 80 personas habrían muerto tras estos ataques, mientras los equipos militares de EE.UU. resultaron "severamente dañados". También indicaron que Teherán tiene listos otros 100 objetivos si Washington decide tomar alguna medida de represalia.
Tras los ataques, el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó: "¡Todo está bien!", al tiempo que anunció que se evalúan los daños ocasionados por los ataques. "¡Tenemos el Ejército más poderoso y mejor equipado del mundo!", alardeó el mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter. Por su parte, Alemania, Dinamarca y Noruega afirmaron que ninguno de sus soldados en Irak ha muerto o resultado herido.
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