Las bajas de soldados y las pérdidas de equipamiento militar sufridas por las fuerzas gubernamental de Siria a causa de los ataques del Ejército turco y de los rebeldes "son solo el comienzo", expresó el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Según Ankara, el Ejército sirio habría perdido 2.557 combatientes, junto a 135 tanques, decenas de cañones, múltiples sistemas lanzamisiles y armas antiaéreas montadas sobre camionetas, a raíz de los bombardeos turcos. Pero estas cifras podrían incrementarse sustancialmente, ya que Turquía aún no ha utilizado su "verdadera fuerza", señaló el mandatario.
"Apenas estamos comenzando a demostrar nuestra verdadera fuerza a aquellos que perciben nuestra sensibilidad como [una renuencia] a derramar sangre, a golpear o [hacer a alguien] sufrir, o como debilidad y timidez", declaró Erdogan ante miembros de su partido este lunes.
Y añadió: "Las pérdidas humanas y de equipamiento del régimen [sirio] son solo el comienzo".
Ultimátum turco
Asimismo, el líder turco exigió que las fuerzas del Gobierno sirio en el noroeste del país árabe se retiren a las ubicaciones indicadas por Ankara.
"Si no se repliegan tan pronto como sea posible hasta las líneas que Turquía ha determinado, no quedará ni una cabeza sobre sus hombros", prometió Erdogan, citado por Reuters.
Al mismo tiempo, Erdogan volvió a dirigirse a Moscú y Teherán, quienes han estado apoyando al presidente Bashar Al Asad en el conflicto sirio.
"Vuelvo a apelar una vez más a Rusia e Irán. No tenemos problemas con ustedes. Estamos luchando para resolver la crisis humanitaria causada por millones de personas dirigiéndose a nuestro país desde Siria y para asegurar la seguridad de nuestras tierras", concluyó.
La escalada en Idlib
Las tensiones en la zona de desescalada de Idlib se intensificaron el 27 de febrero, después de que los integrantes del grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham (antiguo Frente Al Nusra) intentaran llevar a cabo una amplia ofensiva contra puestos de las tropas del Gobierno sirio.
El Ejército sirio respondió a los terroristas, afectando también a militares turcos: al menos 33 soldados murieron y más de 30 resultaron heridos. Desde el Ministerio de Defensa de Rusia explicaron que estos militares turcos se encontraban entre "las formaciones de grupos terroristas".
"Durante la jornada anterior, los representantes del Centro ruso para la reconciliación solicitaron a los colegas turcos y confirmaron las coordenadas de ubicación de todas las unidades de las Fuerzas Armadas de Turquía situadas cerca de las regiones de actividades militares de terroristas", reza el comunicado del Ministerio ruso.
Y precisó que, "según las coordenadas proporcionadas por la parte turca", "no había ni debía haber unidades de las Fuerzas Armadas turcas en el área de Behun", donde se produjo el ataque.
Ankara, por su parte, afirmó que Damasco pagará un "precio alto" por su ataque "traicionero" y empezó a atacar "todos los objetivos conocidos" del Gobierno sirio en represalia por la muerte sus soldados.
"Cara a cara con Siria"
Asimismo, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado este sábado que pidió a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que dejara a Ankara "cara a cara" con Damasco, en medio de la escalada en la provincia siria de Idlib.
"Le dije al señor Putin: '¿Cuál es su asunto allí? Si quieren establecer una base, háganlo, pero salgan de nuestro camino y déjennos cara a cara con el régimen'", ha afirmado el mandatario, añadiendo que los militares turcos "harán lo que sea necesario".
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