A Rusia le preocupan las medidas que toma EE.UU. para aumentar su variedad de armas nucleares de bajo rendimiento debido a que el desarrollo de esas ojivas para portadores estratégicos y su despliegue "implican una reducción del umbral de uso" de ese tipo de armamento, según comunicó este 6 de marzo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Esta vocera oficial detalló que este comportamiento de EE.UU. ofrece la impresión de que Washington decidió "de manera intencional considerar el conflicto nuclear como una opción política real" y crea "el potencial para ello" amparado en referencias a presuntas amenazas de Rusia y China con el fin de proporcionar "una apariencia de legalidad a esa actuación destructiva".
Zajárova destacó que el incremento desenfrenado de la potencia militar, "sobre todo sin los marcos legales moderadores", llevaría a "un callejón sin salida", así que Rusia exhorta a mantener la política de control de armamentos porque considera que es una manera "mucho más eficaz de asegurar la seguridad nacional" en los países.
En febrero, el subsecretario de Defensa de EE.UU. Alan Shaffer, manifestó ante los congresistas de su país que "la mayor prioridad" del Pentágono es "mantener la viabilidad de la tríada nuclear" y modernizar sus tres componentes: misiles en tierra, proyectiles transportados por bombarderos estratégicos y cohetes de submarinos nucleares.
Shaffer sostuvo que "ya sea que Rusia o China mejoren sus fuerzas nucleares" con armas "nuevas y avanzadas" o "empleen armamento químico" en Inglaterra (Reino Unido) —en referencia al caso Skripal— las amenazas que provoca el armamento de destrucción en masa "continúan evolucionando, modernizándose y expandiéndose".
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