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"Los asesinos salen en cuarentena": La respuesta de una ministra colombiana ante el aumento de la violencia en el Cauca
Durante una sesión virtual de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, la titular de Interior, Alicia Arango Olmos, habló sobre el asesinato a una niña de nueve meses y su padre.
La ministra del Interior de Colombia, Alicia Arango Olmos, reconoció este lunes que la violencia en el departamento del Cauca, al suroeste del país, ha aumentado en medio de la pandemia del coronavirus.
Durante una sesión virtual de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, Arango Olmos aseguró que los homicidios han disminuido a nivel nacional en un 8 %, pero admitió que la incidencia de ese crimen ha aumentado en el Cauca. Para la titular, ese fenómeno ocurre porque "los asesinos salen en cuarentena, sin permiso, a hacer sus fechorías".
"Nosotros, como Gobierno, rechazamos cualquier asesinato que haya en Colombia", dijo Arango durante la sesión con los legisladores.
Ataque a una familia
La ministra fue cuestionada en la comisión de la Cámara por la actuación del Estado para frenar la violencia en el Cauca, en donde el fin de semana pasado sujetos armados atacaron a una familia que se trasladaba en el municipio de Suárez, causando la muerte de una niña de nueve meses y su padre; e hiriendo a la hermana, de 5 años. La madre resultó ilesa.
"Cada persona que asesinan, sea líder [social] o no, por ejemplo como la niña de nueve meses, eso es un golpe muy grande para Colombia", dijo Arango.
El defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, denunció a Caracol que algunos grupos armados han difundido panfletos en el norte del Cauca amenazando a la población para que no se traslade a otros municipios durante la cuarentena, porque de lo contrario serán asesinados.
La ministra Arango atribuyó la violencia en la región a los grupos de narcotráfico que asesinan a líderes sociales que se oponen a la sustitución de cultivos (piedra angular del acuerdo de paz), a organizaciones dedicadas a la minería ilegal y a los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
No obstante, el Cauca es un departamento en donde el Estado colombiano no ha podido garantizar la paz, en parte por los múltiples intereses que confluyen y ante la falta de garantías a los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno y las extintas FARC.
En esta zona hay luchas históricas por la tierra por parte de campesinos, indígenas y afroamericanos; megaproyectos para explotar el carbón, oro y petróleo; grandes cultivos de marihuana y cocaína; presencia de disidencias guerrilleras; grupos narcoparamilitares; sicarios al servicio de empresarios; y miembros de las Fuerzas Armadas desplegados en el territorio.
De acuerdo con un reporte del Instituto para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), desde el inicio del Gobierno de Iván Duque han sido asesinados en el Cauca 149 líderes y defensoras de derechos humanos y familiares; y 26 exguerrilleros de las extintas FARC que se acogieron al acuerdo de paz, junto con tres de sus familiares.
Asimismo, desde el inicio de la cuarentena nacional (24 de marzo) y hasta principios de mayo, 20 líderes sociales y defensoras de derechos humanos fueron asesinadas en el Cauca, según el recuento de Indepaz.
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