Más de 25 ciudades de EE.UU. han declarado el toque de queda durante las noches de este fin de semana, con el fin de controlar los disturbios en las manifestaciones generadas tras la muerte de George Floyd a manos de la Policía.
De momento, la medida rige en Beverly Hills, Los Ángeles, Denver, Miami, Atlanta, Chicago, Louisville, Mineápolis, St. Paul, Rochester, Cincinnati, Cleveland, Columbus, Dayton, Toledo, Eugene, Portland, Philadelphia, Pittsburgh, Charleston, Columbia, Nashville, Salt Lake City, Seattle, Milwaukee y San Francisco.
Tras la quinta jornada de protestas registradas en 16 estados, miles de manifestantes continúan en las calles para exigir justicia y rechazar el abuso policial. En ese contexto, casi una docena de gobernadores han activado a la Guardia Nacional para disipar a las multitudes, detener los saqueos e impedir la escalada de las tensiones.
Informes preliminares calculan que cerca de 1.400 individuos han sido arrestados en 17 ciudades estadounidenses desde el jueves. Las manifestaciones se originaron en Minesota, el estado donde Floyd fue asesinado a principios de esta semana, pero se han extendido en toda la nación.
Incendios provocados y saqueos generalizados
El alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, fue la primera autoridad en emitir el toque de queda citando el daño causado, los saqueos generalizados y más de 50 incendios provocados intencionalmente, incluyendo una sede del Departamento de Policía local. Sin embargo, un gran número de personas desafiaron la medida.
Por su parte, el gobernador de Minesota, Tim Walz, autorizó este sábado la "movilización total" de la Guardia Nacional del estado y anunció el traslado de otros 1.000 soldados hacia Mineápolis, uniéndose a los 700 que ya se encuentran en la ciudad.
Mientras, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ordenó el toque de queda en la ciudad desde las 8 de la noche hasta las 5 de la mañana para garantizar la seguridad de "todos los ciudadanos". Horas después, anunció que la Guardia Nacional será desplegada durante la noche.
Imágenes compartidas en redes sociales muestran varios patrulleros destrozados, e incluso uno de ellos en llamas. La Policía anunció el despliegue de "recursos adicionales para mantener el orden" y advirtió que quienes no cumplan la orden serán arrestados.
Irrupción en las instalaciones de canales de televisión
Un grupo de manifestantes que se encontraba este sábado en las afueras del complejo del canal CBS en Los Ángeles , utilizó grandes contenedores de basura con ruedas para estrellarlos contra la puerta principal del edificio y abrir el acceso.
Asimismo, las manifestaciones desembocaron en destrozos, vandalismo, incendios y el asedio de la sede de la CNN en Atlanta. La alcaldesa de la cuidad, Keisha Bottoms, firmó el toque de queda en toda la jurisdicción territorial de la ciudad desde las 21:00 de este sábado (hora local) hasta el amanecer del domingo 31 de mayo.
Bottoms, que también es afroamericana, condenó los actos de violencia. "Cuando queman esta ciudad, están quemando nuestra comunidad", declaró el viernes en una rueda de prensa
Frente a ello, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, autorizó el despliegue de 500 miembros de la Guardia Nacional en el condado de Fulton, donde se encuentra Atlanta.
Despliegue de la Guardia Nacional
En la ciudad de Washington, la Guardia Nacional también se activó este sábado para ayudar a la Policía local a manejar la situación en las inmediaciones de la Casa Blanca.
De igual manera, el gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, y el gobernador de Colorado, Jared Polis, se sumaron a la movilización de la Guardia Nacional para controlar el caos.
Por otra parte, en Filadelfia, varios patrulleros fueron incendiados durante esta jornada en el centro de la ciudad. Las autoridades consideran que al menos 13 policías han resultado heridos en incidentes de incendios provocados y robos en tiendas durante las protestas.
En Portland, el alcalde Ted Wheeler también declaró el estado de emergencia e impuso el toque de queda durante el fin de semana, al igual que las autoridades de Miami, donde decenas de manifestantes y oficiales se enfrentaron cerca de un Departamento de Policía.
Del mismo modo actuó la alcaldesa Salt Lake City, Erin Mendenhall, en vista de la escalada de violencia en la ciudad. El área contó con el apoyo del gobernador del estado de Utah, Gary Herbert, y la activación de la Guardia Nacional durante el fin de semana.