Cuando aún se estaban limpiando los escombros de los disturbios del día anterior, con algunos hechos de violencia y delincuencia aislados durante manifestaciones pacíficas en gran medida provocadas por los homicidios de afroamericanos a manos de la Policía, el domingo EE.UU. volvió a estar envuelto en una serie de protestas.
Desde Boston hasta San Francisco, indignados por la muerte del afroamericano George Floyd el lunes a manos de un agente blanco volvieron a salir a las calles.
Algunas ciudades cerraron las calles e impusieron toques de queda tras días de agitación. La gente saqueó tiendas a plena luz del día en Filadelfia y Santa Mónica, y un camión cisterna embistió a una multitud que bloqueó una carretera en Mineápolis. Los manifestantes se subieron al camión, y la Policía acudió para despejar la carretera.
Las protestas rápidamente se extendieron por todo el país, registrándose en decenas de ciudades. Policías y manifestantes pacíficos por igual exhortaron a poner fin a la violencia, asegurando que únicamente perjudica a la causa y obstaculiza las exigencias para que se haga justicia y se apliquen reformas.
La escala de las protestas, de costa a costa y en una sola noche, rivaliza con las manifestaciones históricas que se registraron en las épocas de la lucha por los derechos civiles y la guerra de Vietnam.
Alrededor de 5.000 elementos de la Guardia Nacional se desplegaron en 15 estados y en la capital, y al menos 40 ciudades, además de Washington D.C., impusieron toques de queda en respuesta a los brotes de violencia, mientras en Arizona, Texas y Virginia se decretó el estado de emergencia para autorizar una respuesta más eficaz y potente.
Para comprender mejor la escala de las protestas, a continuación está la lista de los estados donde está en vigor el toque de queda:
- Arizona (toque de queda en todo el territorio decretado por una semana)
- California (en el condado de Los Ángeles, San Francisco, Beverly Hills, Santa Mónica, West Hollywood, San José)
- Colorado (Denver)
- Distrito de Columbia
- Florida (Miami, condado de Orange, Jacksonville, Orlando)
- Georgia (Atlanta)
- Illinois (Chicago)
- Indiana (Indianapolis)
- Kentucky (Louisville)
- Míchigan (Detroit)
- Minesota (Mineápolis, Saint Paul)
- Misuri (Kansas City)
- Nueva Jersey (Atlantic City)
- Nueva York (Rochester)
- Ohio (Cincinnati, Cleveland, Columbus, Dayton, Toledo)
- Oregón (Portland, Eugene)
- Pensilvania (Filadelfia, Pittsburgh)
- Carolina del Sur (Charleston, Columbia, Myrtle Beach)
- Tennessee (Nashville)
- Texas (Dallas, San Antonio)
- Utah (Salt Lake City)
- Virginia (Richmond)
- Washington (Seattle)
- Wisconsin (Milwaukee, Madison)
En Mineápolis, policías locales, estatales y miembros de la Guardia Nacional tomaron las calles poco después de que entrara en vigor el toque de queda a las 20:00 del sábado (hora local) para dispersar a los congregados. El despliegue de fuerza se efectuó después de tres días en que la Policía evitó, en la mayor parte, enfrentamientos con los manifestantes, y después de que el estado ordenara el despliegue de más de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad. Las autoridades informaron que la cifra aumentaría a casi 11.000.
El presidente Donald Trump pareció aplaudir las tácticas más estrictas, encomiando el despliegue de la Guardia Nacional en Mineápolis, y señaló que a la Policía de la ciudad de Nueva York "se le debe permitir hacer su trabajo".
La indignación por el racismo que desembocó en disturbios, saqueos y vandalismo se sumó a una serie de muertes recientes que avivaron el descontento.
Tres meses antes del fallecimiento de Floyd, Ahmaud Arbery fue asesinado a tiros mientras trotaba por un vecindario de Georgia. Un padre y su hijo, ambos de raza blanca, enfrentan cargos en ese caso.
Un mes antes del homicidio de Arbery, policías antinarcóticos de Louisville (Kentucky) le dispararon en ocho ocasiones a la trabajadora de emergencias médicas Breonna Taylor en la puerta de su casa. No se encontraron drogas en su residencia.
Con información de AP