La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, instó literalmente a los ciudadanos de esa ciudad a comunicarse con la Policía para denunciar cualquier acción "inconstitucional" por parte de los agentes federales enviados allí por el presidente Donald Trump, quien dice buscar "restaurar la seguridad pública" y frenar el incremento de crímenes violentos.
Durante una conferencia de prensa realizada este miércoles, Lightfoot dijo a los habitantes de la urbe que deben llamar a la Policía o a los servicios sociales si "notan algo que no esté bien". "Si vemos algún paso fuera de lugar, no dudaremos en llevar al presidente ante los tribunales y detener cualquier acción inconstitucional", declaró.
La alcaldesa demócrata pareció enviar el mensaje en particular a los agentes de la Patrulla Fronteriza y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Sus declaraciones se producen poco después de que Trump diera a conocer que habrá un aumento en el número de oficiales federales en varias ciudades del país "plagadas de crímenes violentos". El mandatario también ordenó al Departamento de Justicia que despliegue "inmediatamente" a la Policía federal en Chicago.
La intervención federal, que forma parte de un operativo denominado 'Operación Leyenda', ha recibido críticas en las que se acusa a Trump de intentar "aterrorizar" a los residentes, además de considerarla una medida "inconstitucional".
El día anterior, Lightfoot escribió en un tuit que "bajo ninguna circunstancia" permitirá que las tropas de Donald Trump se dirijan a Chicago y aterroricen a las personas. Enviar "agentes federales secretos" a Chicago no ayudará y podría "significar un desastre" si no se encuentran bajo el control de la ciudad y el mando directo de la Policía local, aseveró la alcaldesa.
En respaldo a su decisión, Trump presentó cifras que reflejan que más de 1.000 personas han sido baleadas y 400 asesinadas en Chicago en lo que va del año. Tan solo en la jornada anterior se produjo un tiroteo en las afueras de una funeraria de la ciudad, donde 15 personas resultaron heridas.
El presidente también ha culpado del aumento de la violencia a los movimientos de izquierda, acusándolos de "desmantelar y disolver" los departamentos de Policía locales tras el asesinato de George Floyd a manos de un oficial. "Este desenfreno de la violencia sacude la conciencia de nuestra nación", agregó Trump.