Los jefes de Estado de la Unión Europea no reconocen los resultados de las elecciones presidenciales en Bielorrusia, que se celebraron el pasado 9 de agosto y cuyo escrutinio final otorgó la victoria al presidente Alexánder Lukashenko con el 80,1 % de los votos. Así lo ha anunciado la canciller alemana, Angela Merkel, tras una cumbre de emergencia de la UE.
"Las elecciones no fueron justas ni libres y por esa razón no se puede reconocer el resultado", declaró Merkel.
La canciller de Alemania, que ocupa actualmente la presidencia rotatoria de la UE, también condenó "la violencia brutal" contra los manifestantes durante las protestas.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, adelantó en una rueda de prensa por videoconferencia que el bloque impondría "en breve" sanciones a un "número sustancial" de personas que considera "responsables de la violencia, la represión y el fraude electoral".
"Respaldamos firmemente el derecho del pueblo bielorruso a determinar su propio destino", aseguró Michel.
53 millones de euros para la sociedad civil y contra el covid-19
A su vez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, adelantó que el organismo destinará 53 millones de euros a la sociedad civil bielorrusa, a víctimas de la represión y a la lucha del país contra la pandemia de coronavirus.
"La gente de Bielorrusia quiere un cambio y lo quiere ahora", aseveró Von der Leyen, recalcando que los líderes europeos están "impresionados por la valentía del pueblo de Bielorrusia", que durante diez días "ha salido a la calle con una afluencia sin precedentes".
"Quieren democracia y nuevas elecciones presidenciales, pues estas elecciones no fueron ni justas ni libres", subrayó.
La mayor protesta en la historia moderna de Bielorrusia
Minsk fue escenario este domingo de dos grandes movilizaciones. La primera fue un mitin convocado por la organización Belaya Rus en apoyo a Alexánder Lukashenko, que reunió a 65.000 personas, según datos oficiales.
La siguió una manifestación de simpatizantes de la oposición, en la que participaron más de 200.000 personas, de acuerdo a estimaciones de medios locales, que indican que se trata de la mayor manifestación en la historia moderna del país.
Enfrentamientos violentos y detenciones
Las protestas estallaron el pasado 9 de agosto, poco después de que se dieran a conocer los primeros resultados de las presidenciales que indicaban la victoria de Lukashenko, quien lleva en el poder desde 1994. Miles de personas salieron ese día a las calles para expresar su rechazo, denunciando que los comicios no eran justos y asegurando que la verdadera ganadora era la candidata opositora Svetlana Tijanóvskaya.
Mientras, Lukashenko declaró el pasado miércoles que la mayoría de los manifestantes son personas "desempleadas" y "con antecedentes penales". En varias ocasiones ha asegurado, también, que las manifestaciones fueron organizadas desde el extranjero.
Durante los tres primeros días de las protestas se registraron violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía. Los agentes de la ley utilizaron gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud. Según el Ministerio del Interior bielorruso, durante las protestas fueron detenidos unos 6.000 manifestantes. Además, tres personas murieron y decenas resultaron heridas.
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