El presidente de EE.UU., Donald Trump, rompió el silencio y se pronunció este viernes sobre el caso de Jacob Blake, el afroamericano que el 23 de agosto fue disparado siete veces por la espalda durante su detención por parte de la Policía de Kenosha, en el estado de Wisconsin.
"Lo estoy investigando con mucha atención. Recibiré informes y sin duda se lo haré saber muy pronto. Pero no fue una buena imagen. Ciertamente, no me gustó verlo. Y creo que la mayoría de la gente estaría de acuerdo con eso", dijo Trump al canal WMUR después de un mitin electoral en Nuevo Hampshire.
La detención de Blake, que fue hospitalizado y quedó paralizado por las heridas sufridas, provocó violentas protestas en Kenosha y en el estado de Wisconsin en general.
El martes, el gobernador estatal, Tony Evers, declaró el estado de emergencia en Wisconsin y anunció que reforzará la presencia de la Guardia Nacional durante las marchas y concentraciones. No obstante, en la noche de ese mismo día y la madrugada del miércoles se registraron en Kenosha nuevas movilizaciones, que se saldaron con dos manifestantes muertos y uno herido.
Por su parte, Trump arremetió el miércoles contra las protestas y anunció el envío de fuerzas federales y de la Guardia Nacional a la ciudad. El sábado, se informó que visitará Kenosha el próximo martes.