Moscú responderá con medidas individuales recíprocas a las sanciones impuestas por la Unión Europea en relación con el caso del opositor ruso Alexéi Navalny, según lo ha anunciado este sábado ante periodistas Vladímir Chizhov, representante permanente de Rusia ante la UE.
"Sin duda, se tomarán medidas de respuesta recíprocas", declaró Chizhov, al tiempo que precisó que las sanciones rusas tendrían un carácter individual, al igual que las restricciones aprobadas por la UE.
Por otro lado, el representante ruso no descartó que las medidas de represalia "pueden afectar a las relaciones bilaterales de Moscú con Berlín y con París", ya que "nadie oculta que estuvieron detrás de este paso", subrayó.
De hecho, Chizhov sugirió que el proceso de imposición de las sanciones fue tan rápido gracias a que fue iniciado por Francia y Alemania. "Si hubieran sido otros miembros de la UE, el proceso podría haber durado una cantidad de tiempo completamente diferente", indicó.
"Paso hostil deliberado"
El director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexánder Bórtnikov, y el primer subjefe de la Administración presidencial, Serguéi Kiriyenko, figuran entre las personas agregadas a la 'lista negra' de la Unión Europea, que también incluye a partir de ahora al Instituto Estatal de Investigación Científica de Química y Tecnología Orgánicas, con el que los empresarios de la UE tienen prohibido mantener cualquier relación.
Las medidas restrictivas personales también afectan al jefe del Departamento de Política Interior de la Administración presidencial, Andréi Yarín; a los viceministros de Defensa, Alexéi Krivoruchko y Pável Popov, así como al representante plenipotenciario del presidente de Rusia en el Distrito Federal de Siberia, Serguéi Menyailo.
Las sanciones prohíben a estos funcionarios entrar en territorio de la Unión Europea y estipulan la congelación de cualquier activo financiero que mantengan en bancos europeos.
A su vez, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha lamentado las sanciones de la Unión Europea, calificándolas de "paso hostil deliberado". Según enfatizó el vocero, las medidas adoptadas dañan las relaciones entre Rusia y la UE y carecen de lógica, al tiempo que adelantó que Moscú analizará la situación y actuará en consecuencia conforme a sus propios intereses.
"Coalición antirrusa"
La Cancillería rusa acusó la semana pasada a Francia y Alemania de estar "convirtiéndose en los líderes de la 'coalición antirrusa' que se está formando en la Unión Europea, a pesar de las garantías de compromiso de asociación con Rusia que con anterioridad se han expresado repetidamente desde París y Berlín". Así lo afirmó el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado de respuesta a una declaración conjunta de Maas y el canciller francés, Jean-Yves Le Drian, en la que señalaron que Moscú "no ha proporcionado una explicación creíble" sobre lo ocurrido con Navalny y abogaron por la introducción de nuevas sanciones contra ciertos ciudadanos rusos.
Según la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, la declaración de los dos ministros es "inaceptable en su contenido y tono", al tiempo que "denota la categórica falta de voluntad de París y Berlín para tener en cuenta los hechos, que han sido presentados repetidamente por los representantes rusos". Zajárova, además, lamentó que "los Gobiernos de Alemania y Francia ahora hayan pasado a las amenazas e intentos de chantaje".
Informe de la OPAQ
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) emitió la semana pasada su informe con resultados de los análisis practicados a Navalny, afirmando que en su sangre y orina se encontraron biomarcadores del inhibidor de colinesterasa, sustancias que tienen "características estructurales similares a las de los productos químicos tóxicos" añadidos en noviembre del 2019 en un anexo de la Convención sobre armas químicas.
Al mismo tiempo, se especificó que dicho inhibidor de colinesterasa no está incluido de momento en la lista de las sustancias prohibidas de la Convención. Por su parte, el Gobierno federal alemán afirmó que el informe de la OPAQ "una vez más confirma la evidencia inequívoca de que Alexéi Navalny fue víctima de un ataque con un agente químico nervioso del grupo Novichok".
Por su parte, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, insistió el 7 de octubre que en Rusia no se desarrolla ningún tipo de arma química, ya que el país es parte de la Convención sobre armas químicas que prohíbe este tipo de actividades.
- El 20 de agosto, el opositor ruso se sintió mal durante un vuelo a Moscú. El avión aterrizó de emergencia en la ciudad rusa de Omsk, donde Navalny fue hospitalizado en estado grave y tuvo que ser conectado a un respirador.
- Los médicos del hospital de emergencias de Omsk afirmaron no haber encontrado ningún rastro de veneno en el organismo del paciente, siendo el trastorno metabólico el diagnóstico principal que manejaron.
- A petición de la familia, el opositor fue trasladado a Alemania, al hospital Charité de Berlín, donde el diagnóstico inicial fue que sufrió una intoxicación con una sustancia del grupo de los inhibidores de la colinesterasa.
- En respuesta, desde el Ministerio del Interior de Rusia de la provincia de Omsk confirmaron que no se habían encontrado sustancias potentes o narcóticas en los análisis a Navalny durante sus inspecciones.
- El Gobierno de Alemania anunció este 2 de septiembre que los resultados de las pruebas del laboratorio especial de la Bundeswehr concluyeron que el opositor ruso fue envenenado con un agente químico nervioso del grupo Novichok.
- Moscú señaló no ha ocultado nada sobre la situación del opositor ruso desde el primer momento y que busca establecer un diálogo con sus colegas de Alemania para recibir la información sobre la sustancia que, según sus estimaciones, estaba presente en el organismo de Navalny.
- No obstante, de momento Moscú no ha recibido pruebas de la parte alemana que demuestren que Navalny fuera intoxicado con un agente nervioso de la familia Novichok.
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