Cómo un caza F-35 de la Fuerza Aérea de EE.UU. 'trató de matar' a su piloto durante un vuelo de entrenamiento
El piloto de un caza polivalente F-35A Lightning II de la Fuerza Aérea de EE.UU. se enfrentó a una serie de problemas, que llevó a que el avión se estrellara durante el aterrizaje el pasado 19 de mayo en la base militar de Eglin (Florida). Ocurrió tras un vuelo de entrenamiento, según un reciente informe del presidente de la Junta de Investigaciones de Accidentes, Bryan T. Callahan, que opina que 6 factores contribuyeron al siniestro.
El suceso no dejó víctimas mortales, ya que el piloto logró eyectarse. Por su parte, el caza, valorado en casi 176 millones de dólares, "se incendió y quedó completamente destruido".
El avión "rebotó"
El informe señala que el piloto de la aeronave se acercó a la base para aterrizar a una velocidad de unos 374 km/h, lo que supera la velocidad normal en más de 92,6 km/h. Además, el ángulo durante su descenso fue aproximadamente 8 grados menor de lo necesario para acometer la maniobra.
Después de tocar tierra, el avión empezó a "rebotar". El piloto trató de aterrizar, pero no logró hacerlo y planeó volver a ascender y realizar un nuevo intento. Sin embargo, el sistema del avión no ejecutó sus órdenes. Cabe señalar en ese contexto que, al ser preguntados, pilotos de estos cazas admitieron que no "estaban familiarizados con algunos detalles de la lógica de control".
Según Callahan, la alta velocidad durante el aterrizaje y problemas del control del caza fueron las principales causas del accidente, mientras que 4 factores más agravaron la situación, distrayendo al piloto y aumentando las posibilidades de un siniestro.
Otros factores
Entre ellos, la desalineación del casco del piloto, que dispone de un sistema de visualización (HMD) que muestra toda la información importante en el campo de visión del piloto. La posición del casco distrajo al piloto "durante la crítica fase del vuelo". El piloto indicó que la luz verde del sistema desvió su atención y no pudo solucionar el problema en la cabina, aunque estaba "ajustando los niveles del brillo manualmente".
Asimismo, el piloto sufrió fatiga, que llevó a su "degradación cognitiva". El informe indicó que el sistema de suministro de oxígeno en el F-35 difiere del sistema en otros aviones, como el F-15E, agregando que el propio piloto admitió que se sentía más cansado después de los vuelos con el F-35, en comparación con los del F-15E.
El piloto también se quejó de que la pista estaba mal iluminada aquel día, por lo cual se vio obligado a "apuntar al abismo negro".
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