Moscú ha aprobado ya las sanciones contra altos funcionarios alemanes y franceses en respuesta a las medidas restrictivas aprobadas contra Rusia por el caso del opositor Alexéi Navalny, y pronto se las notificará a sus socios europeos, declaró este jueves el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
"Dado que las sanciones de la UE en relación con Navalny afectan directamente a altos funcionarios de la administración presidencial rusa, nuestras sanciones de represalia serán recíprocas", indicó Lavrov en una rueda de prensa en línea. "Ya se han adoptado y pronto informaremos a los socios alemanes y franceses al respecto", añadió.
El diplomático también calificó de inaceptable y de contrario a las obligaciones internacionales el comportamiento de Berlín en la situación con Navalny.
"Vemos cómo Alemania ha asumido el papel de líder en el nuevo agravamiento de las relaciones con Rusia", se lamentó Lavrov, quien se mostró preocupado por esta tendencia, teniendo en cuenta, entre otras cosas, "el papel global que juega Alemania en Europa".
Sanciones de la UE
A mediados de octubre, la Unión Europea impuso sanciones a seis funcionarios rusos y a una entidad en relación con el caso de Navalny. Las medidas prohíben a los funcionarios afectados —incluido el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexánder Bórtnikov, y el primer subjefe de la Administración presidencial, Serguéi Kiriyenko— entrar en territorio de la Unión Europea y se traducen, asimismo, en la congelación de cualquier activo financiero que mantengan en bancos europeos.
Vladímir Chizhov, representante permanente de Rusia ante la UE, ya adelantó en aquel momento que Moscú respondería con medidas individuales recíprocas, sin descartar que pudieran "afectar a las relaciones bilaterales de Moscú con Berlín y con París", ya que -dijo "nadie oculta que estuvieron detrás de este paso".
De hecho, Chizhov sugirió que el proceso de imposición de las sanciones fue tan rápido gracias a que fue iniciado por Francia y Alemania. "Si hubieran sido otros miembros de la UE, el proceso podría haber durado una cantidad de tiempo completamente diferente", indicó.
A su vez, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, lamentó las sanciones de la Unión Europea, calificándolas de "paso hostil deliberado". Según enfatizó el vocero, las medidas adoptadas dañan las relaciones entre Rusia y la UE y carecen de lógica, al tiempo que adelantó que Moscú analizará la situación y actuará en consecuencia conforme a sus propios intereses.
Caso Navalny
El pasado 20 de agosto, Navalny se sintió mal durante un vuelo a Moscú, por lo que el avión aterrizó de emergencia en la ciudad rusa de Omsk, donde el opositor fue hospitalizado en estado grave y tuvo que ser conectado a un respirador. Los médicos del hospital de emergencias de Omsk afirmaron no haber encontrado ningún rastro de veneno en el organismo del paciente, siendo el trastorno metabólico el diagnóstico principal que manejaron.
A petición de la familia, el opositor fue trasladado a Alemania, al hospital Charité de Berlín, donde el diagnóstico inicial fue que sufrió una intoxicación con una sustancia del grupo de los inhibidores de la colinesterasa. En respuesta, desde el Ministerio del Interior de Rusia de la provincia de Omsk confirmaron que no se habían encontrado sustancias potentes o narcóticas en los análisis a Navalny durante sus inspecciones.
El 2 de septiembre, el Gobierno de Alemania anunció que los resultados de las pruebas del laboratorio especial de la Bundeswehr concluyeron que el opositor ruso fue envenenado con un agente químico nervioso del grupo Novichok.
Moscú reiteró que desde el primer momento no ha ocultado nada sobre el caso del opositor ruso, y que busca establecer un diálogo con sus colegas de Alemania para recibir información sobre la sustancia que, según sus estimaciones, estaba presente en el cuerpo de Navalny. Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, afirmó el 5 de octubre que Moscú está interesado en establecer la verdad en torno a la situación de Navalny, y subrayó que Occidente le niega a su país las solicitudes que ha formulado en ese sentido, todas basadas en un convenio internacional.
Informe de la OPAQ
A principios de octubre, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) emitió su informe con resultados de los análisis practicados a Navalny, afirmando que en su sangre y orina se encontraron biomarcadores del inhibidor de colinesterasa, sustancias que tienen "características estructurales similares a las de los productos químicos tóxicos" añadidos en noviembre del 2019 en un anexo de la Convención sobre armas químicas.
Al mismo tiempo, se especificó que dicho inhibidor de colinesterasa no está incluido de momento en la lista de las sustancias prohibidas de la Convención. Por su parte, el Gobierno federal alemán afirmó que el informe de la OPAQ "una vez más confirma la evidencia inequívoca de que Alexéi Navalny fue víctima de un ataque con un agente químico nervioso del grupo Novichok".
Por su parte, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, insistió el 7 de octubre que en Rusia no se desarrolla ningún tipo de arma química, ya que el país es parte de la Convención sobre armas químicas que prohíbe este tipo de actividades.
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