Un juez federal de Washington ha aceptado aplazar la ejecución de Lisa Montgomery y ha fijado la nueva fecha para el 12 de enero, ocho días antes de la posesión presidencial de Joe Biden, un opositor a la pena de muerte en EE.UU.
La reclusa, acusada de estrangular a una joven embarazada de 23 años y arrancarle el feto del vientre, es la primera mujer condenada a muerte en casi seis décadas.
Inicialmente, la inyección letal estaba programada para el 8 de diciembre pero sus abogados, Amy Harwell y Kelley Henry, solicitaron suspender la ejecución tras contraer covid-19. La demora permitiría a la defensa obtener más tiempo para recuperarse de la enfermedad y presentar la petición de clemencia a favor de su clienta.
"El caso de la señora Montgomery presenta motivos convincentes de clemencia, entre ellos su historial como víctima de violación en banda, incesto y trata de niños con fines sexuales, así como su grave enfermedad mental", explicó a The Tennessean, la abogada Sandra Babcock.
Conmutación de pena
Según la especialista, este recurso legal le permitiría a la reclusa tener la oportunidad de presentar su historial personal al presidente con el objetivo de que conmute su sentencia por la de cadena perpetua.
Con la nueva fecha de ejecución, Montgomery se suma a otros tres presos federales programados para morir en la primera quincena de 2021. Mientras tanto, otras dos ejecuciones se llevarán a cabo antes de finalizar este año.
Tras una moratoria de 17 años que detuvo la aplicación de la pena capital a nivel federal en EE.UU., el Departamento de Justicia del país reanudó las ejecuciones federales en julio de 2020. Desde entonces, ocho reos han fallecido bajo esta modalidad.