El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, avaló la decisión de la Fiscalía General de la República (FGR) de exonerar al exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, quien fue detenido y acusado de narcotráfico en EE.UU., antes de ser liberado y deportado al país latinoamericano tras la intervención del Gobierno mexicano.
"El Gobierno que represento secunda, avala, respalda, porque nosotros sostenemos que debe terminarse la impunidad, desde luego la corrupción, pero también, no pueden haber represalias, venganzas y no se pueden inventar delitos. Nadie debe actuar de esa manera, trátese de quien se trate. Lo más importante es la verdad y la justicia", dijo López Obrador en su conferencia matutina de este 15 de enero.
"Ayer resuelve la Fiscalía que no procede la acusación que se fabricó al general Cienfuegos por la agencia estadounidense del combate a las drogas, la DEA", agregó el mandatario mexicano.
Además, López Obrador dio la orden de abrir todo el expediente completo que envió el Gobierno de EE.UU. "para que pueda ser consultado, revisado, investigado por quien lo desee".
"Si la DEA responde que sí tiene pruebas de otro tipo, entonces también lo daríamos a conocer, pero la Fiscalía ha actuado porque se consideró que los elementos de prueba presentados por el Gobierno de EE.UU., en este caso por la agencia, no tienen ningún valor probatorio para procesar e iniciar un juicio en contra del general Cienfuegos", explicó el presidente.
Sobre la reacción que puedan tener las autoridades de EE.UU. por desvelar el expediente del exsecretario de la Defensa, López Obrador aclaró: "Ellos van a comprender que nosotros no podemos poner en entredicho al gobierno que represento (...) Yo creo que el gobierno de EE.UU. entiende que nosotros tenemos que actuar así", concluyó.
Por otro lado, apuntó que detuvieron al general Cienfuegos en Los Ángeles en octubre, justo antes de las elecciones presidenciales en EE.UU., a pesar de que en marzo pasado el militar había estado con su familia en territorio estadounidense.
"No aceptamos intimidaciones, somos un país independiente, soberano", agregó el mandatario.
Cienfuegos fue detenido en Los Ángeles el pasado 16 de octubre para ser trasladado a Nueva York y enfrentar un proceso judicial por narcotráfico y lavado de dinero. El caso detonó la molestia del Gobierno de México, que pidió al Departamento de Justicia de EE.UU. retirar los cargos ante una Corte federal, algo que finalmente ocurrió.
Así, el exsecretario de la Defensa fue repatriado a México, donde quedó en libertad, aunque fue notificado que estaba siendo investigado por la FGR por los mismos delitos que le fueron imputados en EE.UU.
"Pantallazos de teléfono celular"
Después de analizar el expediente conformado en EE.UU. contra Cienfuegos, la FGR llegó a la conclusión de que el general nunca mantuvo encuentro alguno con los integrantes del cártel del narcotráfico investigado por las autoridades estadounidenses y tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos.
El canciller Marcel Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, realizó una cronología de los hechos y señaló que si bien había comentado que sería un 'suicidio político' no procesar a Cienfuegos, consideró que las autoridades mexicanas sí investigaron al militar.
"Los elementos que el fiscal William Barr mandó fueron fotocopias de pantallazos de celulares. En México, con estos elementos no podríamos lograr que un juez de control vincule a proceso a un detenido", dijo Ebrard.
Arturo Gallegos, docente de derecho constitucional en la Universidad Friedrich-Schiller de Jena, en Alemania, defiende que la Fiscalía no debe de tener pruebas sólidas y por eso se reserva en un futuro poder iniciar un proceso más consistente.