El Gobierno de Chile sostiene negociaciones con los creadores de Sputnik V sobre la adquisición de la vacuna rusa
El Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Chile sostuvieron este lunes negociaciones con los representantes del Centro Gamaleya, que creó la vacuna contra el covid-19 Sputnik V, sobre la adquisición del fármaco ruso, según informó el periódico La Tercera.
"Tuvimos una reunión con los representantes del laboratorio Gamaleya y representantes del Fondo de Inversión Directa ruso. Antes tuvimos un acercamiento en una videoconferencia de presentación que hicieron hace unos meses para países de Latinoamérica", anunció el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez.
Previamente el pasado septiembre, el Ministerio de Ciencia chileno participó a través de su Consejo Asesor de Vacunas en una videoconferencia con los representantes de los ministerios rusos a cargo del desarrollo y comercialización de la Sputnik V.
De acuerdo con Yáñez, la idea de las negociaciones es "abrir un 'track' de información técnica y científica para que el Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones del Ministerio de Salud (Cavei) y el Programa Nacional de Inmunización (PNI) puedan evaluar la vacuna" y el país "tenga información en caso que el laboratorio quiera pedir autorización" en Chile.
"La respuesta final es científica, pero lo importante es tener a disposición esa información. En paralelo, se trabaja el cuándo, cómo y a qué precio" podría llegar la vacuna, dijo Yáñez.
Según La Tercera, un convenio de confidencialidad al respecto puede ser firmado en los próximos días. "No podemos darnos el lujo de darle la espalda a nadie", señaló Yáñez.
El pasado 31 de diciembre, un segundo cargamento de 11.700 dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech llegó a Chile. Las primeras 10.000 dosis de este fármaco arribaron en el país latinoamericano el 24 de diciembre y ese mismo día comenzó la campaña de vacunación del personal sanitario. Se informa que Chile también busca la compra de otras vacunas producidas por laboratorios de China y la India.
La vacuna Sputnik V en América Latina
La vacuna Sputnik V utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad26 y Ad5, que se aplican en dos inyecciones, a administrar con una separación de 21 días entre una y otra.
Esta solución no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales, que no se multiplican y resultan completamente seguros para la salud. De hecho, el fármaco se basa en una plataforma de dos vectores ya existente con la que ya se crearon otras vacunas. Los resultados obtenidos durante la tercera fase de los ensayos clínicos de Sputnik V mostraron que la eficacia del fármaco ruso es del 91,4%.
Con respecto al uso de Sputnik V en la región latinoamericana, el director ejecutivo del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), Kirill Dmítriev, expresó su deseo de que "más países de la región también la aprueben pronto" y estén listos "para aunar esfuerzos en la lucha contra la pandemia".
Hasta ahora Bolivia, Venezuela, Paraguay y Argentina han aprobado el uso de este fármaco. Mientras tanto, Brasil se encuentra a la espera de que su Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorice las pruebas de la fase 3 de los ensayos clínicos.