Argentina formalizó este miércoles 24 de marzo su salida del denominado Grupo de Lima, cónclave de países conformado en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), que no reconocen la legitimidad del mandatario venezolano Nicolás Maduro.
A través de un comunicado, la Cancillería argentina informó que la retirada de esta agrupación se da al considerar que "las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada".
Por otro lado, menciona que la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que Buenos Aires "no ha podido ni puede acompañar".
"Intentos de desestabilización"
En el texto, la Cancillería argentina habla sobre el agravamiento de la situación en Venezuela, en medio de la pandemia del coronavirus, producto de "las sanciones y bloqueos" impuestos al país y a sus autoridades, además de "los intentos de desestabilización ocurridos en 2020", que han sido justamente apoyados por el Grupo de Lima.
"No han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables", enfatiza.
Buenos Aires hace mención al informe de la Relatora Especial de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alena Douhan, sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, publicado el pasado 12 de febrero luego de una visita a Venezuela.
En ese informe, dice, se señala "que las sanciones han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana".
Diálogo inclusivo
En el comunicado, Argentina menciona que la mejor manera de ayudar a los venezolanos, que es una de las presuntas prioridades del Grupo de Lima, "es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional".
Sobre ese diálogo inclusivo, Buenos Aires señala que las autoridades venezolanas deben "producir las condiciones" para ello y en el que pueden participar tanto el Gobierno como la oposición en su conjunto.
"Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones", enfatiza la Cancillería en el texto.
En su comunicado, Argentina afirma que continuará sosteniendo su "compromiso con la estabilidad en la región" y buscará "encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado".
El Grupo de Lima es una instancia que nació tras la denominada Declaración de Lima, que se alcanzó en una reunión realizada en la capital peruana en agosto de 2017, donde varios países de Latinoamérica se reunieron para "abordar la crítica situación en Venezuela".
Entonces, y hasta diciembre de 2019, Argentina participó en el grupo con un representante del expresidente Mauricio Macri, que cambió con la llegada al poder de Alberto Fernández.
En octubre del año pasado, Argentina se negó a suscribir la declaración del Grupo de Lima, en la que 14 países expresaron su "rechazo" a la celebración de elecciones parlamentarias en Venezuela (del 6 de diciembre) y reiteró que no reconoce al entonces diputado opositor Juan Guaidó como autoridad máxima del país suramericano, cuestión que continúa haciendo la agrupación.