La empresa de vigilancia israelí NSO Group rompe el silencio tras el escándalo de su 'software' espía
El cofundador y director ejecutivo de la empresa de vigilancia israelí NSO Group, Shalev Hulio, rechazó las alegaciones de que el 'software' espía Pegasus de su compañía fuera usado para rastrear a los miembros de la sociedad civil, líderes de oposición y otras personas no vinculadas con el terrorismo y grandes criminales.
"Insistimos encarecidamente en que estas [personas] no son objetivos de Pegasus, o seleccionadas como objetivos de Pegasus, o potenciales objetivos de Pegasus. Esto no tiene relación con ningún cliente nuestro ni con la tecnología de NSO", afirmó el director general al diario Financial Times.
Hulio se pronunció después de que se publicara una investigación conjunta realizada por 17 medios de comunicación en la que se sostiene que dicho 'software' espía fue utilizado para 'hackear' los teléfonos inteligentes de periodistas, activistas, ejecutivos y políticos en todo el mundo.
¿Herramienta de la política exterior de Israel?
Pegasus necesita contar con el visto bueno del Ejecutivo de Israel para ser exportado, ya que es considerado como un arma. El periódico sostiene que este 'software' espía se ha convertido en uno de los componentes cruciales de la política exterior del estado.
Así, Israel ofrecía a Estados Árabes Unidos, Arabia Saudita y Baréin cooperación clandestina en materia de seguridad contra países como Irán y otros enemigos regionales. Además, no hacía caso de los llamamientos reiterados del relator especial de la ONU sobre la Libertad de Expresión de poner una moratoria a la venta del programa espía.
"Desde los años cincuenta Israel usó su venta de armas con fines diplomáticos, lo único que cambia es los nombres de los países. La cuestión es si hay un cambio en la política exterior", afirmó Eitay Mack, un abogado de derechos humanos, quien intentó durante años conseguir que la licencia exportadora de NSO Group fuera anulada.
Por su parte, el director de NSO Group desmintió tales afirmaciones. "No somos una herramienta de diplomacia para el Gobierno israelí; somos una empresa comercial, nuestros accionistas son fondos privados del Reino Unido", sostuvo Hulio.
Sin embargo, los abogados de la empresa apelaron en un caso judicial de 2019 que la divulgación de la lista de los clientes de NSO Group "perjudicará significativamente las relaciones exteriores del estado". En otro pleito la empresa admitió que el Gobierno israelí utiliza su tecnología.