Los coches con propulsión eléctrica deberán representar el 50 % del mercado en EE.UU. para 2030
Acompañado por representantes del sindicato que aglomera en United Auto Workers a gigantes industriales como Ford, GM y Stellantis, el presidente de EE.UU., Joe Biden, fijó este jueves fecha para que al menos 50 % de todos los automóviles vendidos en ese país sean de propulsión eléctrica, es decir, con cero niveles de emisión de dióxido de carbono. El año límite será el 2030.
El anunciado porcentaje incluye tanto coches con batería eléctrica (sin motor de combustión interna) como vehículos híbridos enchufables (que sí lo tienen, pero solo lo usan cuando se quedan sin batería), así como los de celda de combustible (que queman hidrógeno sin producir emisiones CO2).
"La cuota del mercado de venta de vehículos eléctricos en Estados Unidos es sólo un tercio de la del mercado chino. A pesar de ser pioneros en esa tecnología, EE.UU. va a la zaga en la carrera por fabricar estos vehículos y las baterías que los componen. […] El presidente cree que ha llegado el momento de que lideremos la fabricación de vehículos eléctricos, la infraestructura y la innovación", reza un comunicado de la Casa Blanca.
¿Se logrará el objetivo?
Para alcanzar esa meta, la Administración Biden planea llevar a cabo una serie de medidas catalizadoras. Así, se programa invertir en la instalación de la primera red nacional de estaciones de recarga para coches eléctricos, financiar la renovación y expansión de la cadena de suministros de fabricación y conceder estímulos a los consumidores que opten por dichos automóviles. En paralelo, se destinarán fondos para desarrollar una nueva generación de tecnologías limpias.
Por su parte, GM, Ford y Stellantis acentuaron que el acuerdo comprueba su "compromiso para ser líderes en la transición estadounidense hacia vehículos eléctricos". Sin embargo, destacaron que la transformación requerirá de ayuda por parte del Gobierno, si se quiere conseguir esa meta en los plazos determinados.
"Esto representa un cambio dramático en el actual mercado estadounidense, que sólo puede lograrse con el despliegue oportuno de todo el conjunto de políticas de electrificación comprometidas por la Administración […]", enfatizaron las grandes automotrices en su comunicado conjunto.
Ya antes, este mismo año, Biden intentó sumar 174.000 millones de dólares al presupuesto federal para construir medio millón de estaciones de recarga eléctrica para vehículos en todo el país. Sin embargo, el acuerdo bipartidista al cual consiguió llegar únicamente autorizó 7.500 millones de dólares para ese plan, precisa la NBC News.