EE.UU. califica una nueva ley marítima impuesta por China de "seria amenaza" para la libertad de navegación
EE.UU. ha denunciado una nueva ley marítima promulgada esta semana por el Gobierno de China, que no duda en calificar de "seria amenaza" para la libertad de navegación y el libre comercio.
La llamada Ley de Seguridad del Tráfico Marítimo, que entró en vigor a partir del 1 de septiembre, exige que los buques extranjeros que entren en las "aguas territoriales" de China comuniquen su información —nombre, indicativo de llamada, posición actual, destino y carga— a la agencia de administración marítima del país asiático. Esta ley se aplica a cinco tipos de naves: sumergibles, buques de propulsión nuclear, aquellas que transportan materiales radiactivos y aceites, y a las que contengan sustancias tóxicas y peligrosas, como productos químicos a granel, gas licuado, etc.
El Pentágono rechaza estas medidas, alegando que "las reclamaciones marítimas ilegales y arrolladoras representan una seria amenaza para la libertad de los mares, incluidas las libertades de navegación y sobrevuelo, el libre comercio y el comercio lícito sin trabas, así como los derechos e intereses del mar de la China Meridional y de otras naciones litorales", según lo expresó el portavoz del Departamento de Defensa, John Supple ante los medios.
Algunos observadores han vinculado esta medida con el intento de Pekín de seguir reivindicando sus territorios marítimos en disputa. Sin embargo, la Administración de Seguridad Marítima del país asiático, saliendo al paso de estas interpretaciones, ha descrito la enmienda como una ayuda para optimizar y regular la conducta del tráfico marítimo.