Las protestas antigubernamentales en Kazajistán, que no cesan desde el 2 de enero, se han saldado con víctimas mortales y centenares de heridos tanto entre las fuerzas de orden, como entre los manifestantes.
Lo que empezó justo después del Año Nuevo como manifestaciones contra el aumento de los precios del gas licuado de petróleo pronto adquirió un cariz político, con exigencias para apartar del poder a todos los corruptos y mejorar el nivel de la vida de la población.
Las protestas masivas estallaron inicialmente en la ciudad de Janaozen (provincia de Mangystau), pero pronto se propagaron a Aktau (capital de la misma provincia), así como a la ciudad capitalina de Nursultán, la urbe más grande del país Almatý, Aktobé (capital de la provincia homónima), Taldykorgan (capital de la provincia de Almatý), entre otras urbes y localidades.
Muertos y heridos
Las protestas desembocaron en violencia, enfrentamientos con la Policía y saqueos. Según las últimas informaciones, 18 miembros de las fuerzas de seguridad kazajas han perdido la vida, con dos de los unifromados decapitados, y 748 han resultado heridos en los disturbios. Mientras, un total de 3.706 manifestantes han sido detenidos.
El Ministerio kazajo del Interior informó que 26 "delincuentes" fueron abatidos y 18 "terroristas" se encuentran heridos. Las autoridades también denunciaron que en las protestas estuvieron involucrados tiradores profesionales que atacaban a los uniformados.
Por otra parte, el Ministerio de Salud informó sobre más de un millar de heridos, 400 de los cuales fueron hospitalizados y 62 terminaron en cuidados intensivos.
Caos en la ciudad más grande del país
Este jueves Almaty, la antigua capital de la nación, donde una turba enfurecida asaltó el día anterior el edificio de la Administración y la antigua residencia presidencial, causando incendios en la sede del Gobierno regional y en los edificios de la Fiscalía y del canal estatal Qazaqstan, continúa siendo el punto donde se viven los momentos de mayor tensión.
Imágenes tomadas desde el interior del Akimat, como se conoce la sede del Gobierno regional, muestran los efectos de la irrupción.
La jornada de este miércoles también estuvo manchada por masivos saqueos perpetrados en múltiples establecimientos de la ciudad.
En redes también se difundieron videos no verificados con los participantes más radicales apoderándose de las armas de los equipos antidisturbios.
El Aeropuerto Internacional de Almatý, finalmente liberado, también fue asaltado, lo que obligó al desvío de varios aviones que se dirigían a sus pistas, la cancelación de múltiples vuelos y decenas de pasajeros encerrados. Los manifestantes que lograron irrumpir en esas instalaciones las dejaron en un estado irreconocible, con vidrios rotos por todo el suelo y fuertes daños en muchos comercios.
Luego de que los manifestantes quemaran al menos 120 coches, entre ellos 33 policiales, y destrozaran 120 tiendas, 180 restaurantes y cafeterías y cerca de un centenar de oficinas, y organizaran puestos de control a las afueras de la ciudad, donde paraban vehículos militares y obligaban a los efectivos a quitarse el uniforme, las fuerzas de seguridad abrieron fuego con el uso de balas reales en el marco de una operación antiterrorista, y para finales del día consiguieron liberar la plaza central de Almatý y la antigua residencia presidencial. Los disparos se produjeron en distintas ciudades de Kazajistán, entre ellas Taraz y Shymkent.
Cortes de Internet y bancos cerrados
En todo el país sigue en vigor el estado de emergencia con toque de queda desde el miércoles. Quedan prohibidos todos los eventos masivos y se limita la libertad de movimiento por el territorio nacional y entre las distintas regiones.
Las autoridades siguen bloqueando el acceso a Internet a nivel nacional en el marco de su operativo antiterrorista. Los bancos dejaron de operar y suspendieron sus servicios financieros para la población, argumentando motivos de seguridad. Los residentes locales tampoco pudieron retirar dinero de los cajeros automáticos: en la mayoría de los casos, estos fueron saqueados y no funcionaban.
Kazajistán pide ayuda militar a Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Tayikistán
El presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáev, denunció ante la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que los disturbios representan una amenaza para la seguridad nacional y soberanía del país y que percibe los acontecimientos como el resultado de una invasión de grupos criminales preparados en el extranjero, solicitando asistencia militar a sus aliados.
El acuerdo sobre seguridad colectiva del bloque, en el que además de Kazajistán está Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Tayikistán, estipula que si uno de los miembros de la organización solicita apoyo en caso de afrontar una agresión o un ataque armado que amenace su seguridad, estabilidad, integridad territorial y soberanía, los socios ofrecerán su apoyo inmediato, incluido el de carácter militar.
La OTSC accedió a la petición de Kazajistán y anunció el envío de fuerzas de mantenimiento de la paz al país centroasiático para proteger importantes instalaciones gubernamentales y militares y asistir a las fuerzas kazajas en sus esfuerzos por normalizar la situación. Rusia, Bielorrusia, Armenia y Tayikistán no tardaron en garantizar los refuerzos de su parte, mientras el Parlamento de Kirguistán no consiguió aprobar la decisión correspondiente debido a que en medio de las fiestas navideñas a la sesión acudieron solo 39 diputados en lugar de los 46 necesarios.
Qué hizo el Gobierno kazajo
El presidente ordenó investigar las causas de los disturbios y llevar ante la justicia a los responsables. Frente a la tensa situación en el país, las autoridades kazajas prolongaron las vacaciones para los alumnos de colegios hasta el 17 de enero, y hasta el día 24 para los estudiantes de universidades o talleres de formación profesional superior.
Esta jornada, el Gobierno de Kazajistán también ha establecido por orden de Tokáev de este miércoles los precios máximos del gas licuado de petróleo, cuyo drástico aumento de 50-60 tenge (12-14 centavos de dólar) a 120 tenge (28 centavos) impulsó las protestas. Durante los próximos 180 días, el combustible costará:
- 50 tenge por litro (12 centavos) en las provincias de Aktobé, Atyrau y Mangystau;
- 60 tenge por litro (14 centavos) en la ciudad de Shymkent, las provincias de Zhambyl, Kazajistán Oriental, Kyzylorda y Turkestán;
- 65 tenge por litro (15 centavos) en la ciudad de Almatý;
- 70 tenge por litro (16 centavos) en la ciudad de Nursultán y las provincias de Akmola, Almatý, Kostanay, Karagandá, Pavlodar y Kazajistán Septentrional.
También se regulan durante los próximos 180 días los precios de gasolina, que varían entre 89 y 215 tenge por litro (entre 20 y 50 centavos) en función de la marca del combustible, y de diésel, que cuesta 230 o 260 tenge por litro (53 o 60 centavos) dependiendo de la región del país. Además, se impone una moratoria sobre el aumento de los precios de los servicios de utilidad pública.
El miércoles, los miembros del Gobierno dimitieron y el expresidente Nursultán Nazarbáyev, cuya influencia ponía en duda si el actual mandatario era la figura más importante del país y que también provocó la ira de los manifestantes que exigían que se apartara definitivamente del poder, dejó el cargo vitalicio de presidente del Consejo de Seguridad Nacional.
Cancelación de vuelos
Los aeropuertos de Aktau, Aktobé y Almatý permanecen cerrados desde hace un día, cuando los manifestantes tomaron el control del aeropuerto de Almatý. La principal aerolínea rusa Aeroflot canceló sus vuelos a Kazajistán, mientras la aerolínea nacional Air Astana canceló todos los vuelos hasta el 7 de enero.
El Gobierno kazajo ha suspendido temporalmente la entrada de ciudadanos extranjeros en el territorio del país debido al estado de emergencia.