Mientras países como EE.UU., Canadá y el Reino Unido instan a la Unión Europea a endurecer las sanciones contra Moscú, ampliándolas también al sector energético y, en particular, al petróleo y al gas rusos, expertos advierten que una medida como esa traería consigo, casi con total seguridad, consecuencias devastadoras, no solo para Rusia o Europa, sino también para la economía mundial.
Dentro de Rusia, las posibles sanciones afectarían no solamente a la exportación del gas y el petróleo rusos, sino también su producción, señala a Vzgliad Stanislav Mitrajóvich, experto jefe del Fondo Nacional de la Seguridad Energética.
¿De Europa a Asia?
El analista explica que Rusia casi no dispone de depósitos de petróleo. "Se puede guardar una parte del petróleo directamente en los petroleros y las cisternas ferroviarias, pero se trata de una decisión temporal", explicó Mitrajóvich. Si bien el país, con toda la probabilidad, redirigiría una parte de su petróleo al mercado asiático, la gran proporción que Europa supone para las exportaciones del crudo ruso dificulta significativamente el proceso.
Los datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sugieren que el 60 % de las exportaciones de petróleo ruso tiene Europa como destino, mientras que el 20 % se dirige a China. De este modo, una reorientación completa sería imposible a corto plazo, dada la ausencia de la infraestructura necesaria y las rutas en la región.
El experto se muestra optimista en cuanto a las posibilidades de redirigir los suministros del gas licuado ruso a Asia, el principal mercado de las exportaciones rusas de este tipo. Sin embargo, las exportaciones de gas a través de las tuberías, que abarcan unos 140.000 millones de metros cúbicos, están orientadas en gran parte hacia el mercado europeo.
La capacidad del gasoducto Fuerza de Siberia y el futuro gasoducto Fuerza de Siberia 2, que suministrará gas a China a través de Mongolia, corresponde a unos 60.000 millones de metros cúbicos. Ante la falta de una ruta de gasoductos necesaria, el bloqueo del suministro obligaría a Rusia a frenar la explotación del gas.
Asimismo, la reducción de la producción y de los suministros de gas y de petróleo, que constituyen casi la mitad de los ingresos del presupuesto estatal, afectarían el mercado laboral en el país y, globalmente, abocarían a la economía rusa a una crisis.
Carrera hacia la diversificación
Sin embargo, el bloqueo de los suministros energéticos rusos afectaría también a otros países del mundo. Ligados al gas y al petróleo rusos, los países europeos empezaron a buscar alternativas para diversificar los suministros a la región. Este jueves, la AIE presentó a la Unión Europea un plan que tiene como objetivo "reducir sus importaciones de gas natural ruso en más de un tercio" o más de 50.000 millones de metros cúbicos. Entre otras medidas, el plan prevé "maximizar los suministros de gas de otras fuentes" y fomentar el uso de la energía renovable.
Ante un escenario como este, los expertos advierten ya de las dificultades que entrañaría un reemplazo de los suministros rusos, una tarea casi imposible en el caso del gas. Según detalla a Gazeta.ru Serguéi Kondrátiev, experto jefe del Instituto de Energética y Finanzas, para el próximo invierno Noruega podría suministrar unos 10.000 millones de metros cúbicos adicionales de gas a Europa, mientras que el proyecto Midcat podría aportar entre 7.000 y 10.000 millones de metros cúbicos.
Estas cifras no podrían compensar los volúmenes actualmente suministrados a los consumidores europeos por Rusia. "La capacidad interna del país escandinavo ni siquiera es suficiente para un aumento insignificante de la oferta mundial", expresó Alexánder Frolov, subdirector general del Instituto de la Energética Nacional.
Del mismo modo, expertos descartan que los Países Bajos puedan aumentar significativamente los suministros de gas a Europa. "En el escenario ideal, Groninga [uno de los mayores yacimientos en los Países Bajos] podría suministrar a los europeos entre 25.000 y 30.000 millones de metros cúbicos adicionales. Pero, debido a los riesgos sísmicos, las autoridades locales planean frenar la explotación por completo en 2024", explica Kondrátiev.
"No podemos ayudar a Europa"
Mitrajóvich recuerda que los países que instan a la UE a renunciar a las materias primas rusas casi no dependen de sus suministros. "Al Reino Unido, que no está conectado con Rusia por un sistema de gasoductos y oleoductos, sin duda, le conviene mucho instar a boicotear el complejo de combustible y de energía ruso", comenta a Izvestia Valeri Adriánov, profesor de la Universidad Financiera del Gobierno de la Federación de Rusia. "Tras su salida infructuosa de la UE, el Reino Unido vio sus posiciones económicas debilitarse significativamente y ahora su tarea principal es hacer tropezar a sus exsocios de la integración europea", opina el experto.
Al mismo tiempo, EE.UU. y Canadá no se verían afectados por la medida, ya que también explotan el petróleo, si bien es casi imposible que puedan reemplazar los volúmenes suministrados a Europa por Rusia.
En sus declaraciones a Bloomberg, el ministro de Medioambiente de Canadá, Steven Guilbeault, admitió este jueves que su país no puede cubrir las pérdidas que sufriría la UE en caso de rechazar el crudo ruso. "Vamos a ser racionales, no podemos ayudar a Europa con petróleo", afirmó Guilbeault. "Nuestra capacidad de exportación está casi al máximo", reveló.
Efecto dominó
La falta de gas y de petróleo provocaría un colapso del mercado internacional de las materias primas, que ya se muestra turbulento en los últimos días batiendo récords casi a diario. "La escalada del conflicto militar pondría en riesgo la recuperación económica de Europa", afirmó Kelvin Dalrymple, asesor de crédito jefe de la agencia de calificación Moody's. "El aumento de los precios de productos básicos de la región, como petróleo, cereales o metales incrementan las presiones de la inflación", subrayó.
Según Moody's, la falta de suministros de productos básicos derivaría en la inflación de los precios de los alimentos que, a su vez, aumentaría las tensiones sociales en algunos países. "La incertidumbre geopolítica, los precios de productos básicos más altos, las sanciones cada vez mayores y las disrupciones regionales de negocios serán una carga para la confianza del mercado", advirtió Dalrymple.
- Según la AIE, Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo después de EE.UU. y Arabia Saudita y el mayor exportador de petróleo a los mercados internacionales. Las exportaciones del petróleo ruso ascendieron a 7,8 millones de barriles por día en diciembre de 2021.
- En 2021, el país fue también el mayor proveedor de gas a Europa, según datos de la Oficina Europea de Estadística, mientras que la proporción del gas ruso en los depósitos europeos ascendió el año pasado al 32 %.