Un ataque de orcas a un velero con dos tripulantes a bordo se registró este miércoles al oeste del cabo de Trafalgar (Andalucía, España), informa Europa Press.
El velero de nombre Grappa, de cerca de 11 metros de eslora, fue embestido en horas de la madrugada por varias 'ballenas asesinas' y emitió una señal de ayuda. El servicio de Salvamar Enif respondió al pedido y remolcó la embarcación hacia el puerto de Barbate, en Cádiz.
Los dos tripulantes no pudieron definir cuántas orcas golpearon la embarcación. Ninguno de ellos resultó herido.
Solo tres semanas antes, el 24 de mayo, Salvamar Enif tuvo que intervenir por un suceso similar.
A pesar de ser el depredador marino más temido, que llega a atacar a ballenas azules y tiburones blancos, las orcas no representan un peligro para los humanos. No se han reportado ataques de estos mamíferos a nuestra especie en el océano, y los pocos que conocemos, provienen de animales en cautiverio, principalmente causados por el estrés y el sufrimiento que esa situación les provoca.
El ataque de orcas a las embarcaciones, según los científicos, era totalmente desconocido hasta el verano de 2020, fecha en que comenzaron a reportarse. Desde entonces, decenas de embarcaciones han sido perseguidas y acosadas por grupos de estos cetáceos, sumándose más de 60 incidentes, reporta Mirror.
Uno de los primeros incidentes ocurrió en julio de 2020, cuando nueve orcas atacaron la embarcación de la bióloga Victoria Morris cerca de las costas del estrecho de Gibraltar, entre Marruecos y España, haciéndola girar 180 grados. Estas rompieron el timón automático y mordieron el casco. Pocos días antes, en el mismo lugar, cuatro orcas sacudieron un yate durante casi una hora.
Frente al aumento de este tipo de ataques, el Gobierno español inició en octubre del año pasado una investigación para averiguar por qué las orcas están atacando a los veleros en la zona del estrecho de Gibraltar y Galicia.
Los expertos creen que la agresividad hacia las embarcaciones podría estar relacionada con la escasez de alimento por la acción humana. A menudo los pescadores las hieren con sedal durante la pesca de atún. Los ataques también podrían ser resultado del estrés que sufren las orcas, provocado por la contaminación y el ruido del tráfico de las embarcaciones.