La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, ha dado un "humillante" giro de 180 grados en su "desastroso" plan insignia de congelar el impuesto de sociedades, informa The Guardian.
Este viernes, en una rueda de prensa convocada después de la renuncia del ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, Truss reconoció que su 'minipresupuesto' fue "más lejos y más rápido de lo que lo esperaban los mercados".
"La forma en la que estamos llevando a cabo nuestra misión en este momento tiene que cambiar. Tenemos que actuar ahora para tranquilizar a los mercados sobre nuestra disciplina fiscal", dijo la jefa del Ejecutivo británico. Anunció que no congelará, como había prometido, el aumento programado del impuesto de sociedades del 19 % al 25 % desde el próximo año, tal y como planeaba el Gobierno de su predecesor Boris Johnson.
"Un Reino Unido más próspero"
Con este incremento, se espera recaudar 18.000 millones de libras esterlinas adicionales (unos 20.180 millones de dólares) al año para las arcas públicas y serviría como "un pago inicial a mediano plazo de nuestro plan fiscal completo", destacó.
Luego de que el Gobierno de Truss anunciara a finales de septiembre su gran apuesta con los mayores recortes de impuestos en décadas para impulsar el crecimiento de una economía con una inflación disparada, la libra esterlina cayó a mínimos históricos con respecto al dólar, además de provocar turbulencias en los mercados.
Por otro lado, la primera ministra dijo que no tiene intención de renunciar y que está "absolutamente decidida a cumplir" con lo prometido: "lograr un Reino Unido más próspero y de mayor crecimiento". Asimismo, se negó a disculparse o asumir la responsabilidad personal por la caída de la divisa y la agitación en los mercados tras el anuncio de su 'minipresupuesto'.
- Los recortes fiscales anunciados en septiembre por Kwasi Kwarteng implicaban un enorme endeudamiento por parte del Gobierno. Se esperaba que Londres gastara 150.000 millones de libras esterlinas para subvencionar los costos energéticos de los consumidores y las empresas.
- A diferencia de los grandes recortes fiscales de la década de 1980, Kwarteng solicitó decenas de miles de millones de libras para financiar sus planes, lo que aumentaría la demanda en un momento en que el Banco de Inglaterra está subiendo los tipos de interés para controlar la inflación.