El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó que los pandilleros encarcelados en su país sean enviados a los cementerios para destruir las tumbas con simbología de la organización criminal Mara Salvatrucha (MS).
El mandatario salvadoreño, quien desde inicios de 2022 decretó la llamada "guerra contra pandillas", dijo que para eliminarlas de raíz deben ejecutar "muchas acciones simultáneas" y una de ellas es "destruir sus símbolos, su sentido de pertenencia, su memoria".
"Destruir a las pandillas que estaban tan enraizadas en la sociedad salvadoreña, no es un trabajo fácil; de hecho, siempre se creyó que era imposible", agregó Bukele en Twitter, donde mostró un video de los presos destruyendo las tumbas de los pandilleros de la MS.
Bukele, que prometió en junio pasado "arreciar la guerra contra las pandillas" porque, según él, pretenderían "evolucionar hacia una guerrilla" con ayuda de organizaciones internacionales, también señaló que la destrucción de estas tumbas sirve para resarcir "un poco" el daño que los pandilleros le han hecho a la sociedad.
La llamada "guerra contra las pandillas" fue decretada por Bukele en marzo pasado luego de que el Congreso aprobara el pedido del mandatario de imponer un estado de excepción que permite efectuar detenciones sin autorización judicial y suspende algunos derechos y libertades constitucionales. Desde entonces han sido detenidas unas 60.000 personas, todas etiquetas por el gobierno de "terroristas" y "pandilleros".
Por su parte, familiares de los presos y organizaciones de derechos humanos han denunciado que la medida ha servido para que la fuerza pública realice "detenciones arbitrarias".