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EE.UU. no descarta que la quema del Corán en Suecia tuviera como fin impedir la ampliación de la OTAN
El Gobierno de Estocolmo permitió que un político de extrema derecha quemara el libro sagrado del islam ante la embajada turca, una acción que según Washington tenía intenciones ulteriores.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, dijo este lunes que la quema de un ejemplar del Corán el pasado 21 de enero ante la Embajada turca en Estocolmo podría ser una provocación destinada a impedir la ampliación de la OTAN.
Durante una rueda de prensa, Price expresó que el responsable de la acción, Rasmus Paludan, líder del partido danés de ultraderecha Línea Dura, es "un provocador" que podría haber buscado "deliberadamente poner distancia entre dos socios cercanos nuestros: Turquía y Suecia". Es posible que el responsable pretendiera causar "un impacto en la discusión en curso sobre el ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN", reiteró Price.
"También somos conscientes de que aquellos que pueden estar detrás de lo que sucedió en Suecia están haciendo esfuerzos intencionales para tratar de debilitar la unidad transatlántica y la unidad entre nuestros aliados y socios europeos", afirmó el vocero, señalando que, después del incidente, Estocolmo y Helsinki tendrán que discutir los próximos pasos con Ankara.
Asimismo, Price calificó la acción de quemar un Corán —que se llevó a cabo con el permiso de las autoridades locales— como "irrespetuosa y repugnante". "Tenemos un dicho en este país: algo puede ser legal pero horrible", agregó.
"Un insulto a todo el mundo"
A su vez, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró esta misma jornada que tras la quema del Corán Suecia ya no debe esperar el apoyo de Turquía a su candidatura a la OTAN. "Si no pueden mostrar respeto, lo siento, pero no verán ningún apoyo por nuestra parte en la cuestión de la OTAN", dijo, refiriéndose a la postura de Ankara sobre el posible ingreso de Suecia y Finlandia en la alianza militar.
El mandatario turco criticó duramente la protesta de Rasmus Paludan, afirmando que se trató de un insulto a todo el mundo, especialmente a los musulmanes. También criticó a las autoridades suecas por permitir que la manifestación tuviera lugar ante la embajada turca.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Suecia, Tobias Billström, afirmó que hubiera sido "extremadamente impropio" de su parte solicitar que no se le permitiera a Rasmus Paludan quemar el Corán. Al mismo tiempo, expresó su preocupación por que esta protesta pudiera retrasar aún más la ratificación turca de la candidatura sueca para entrar en la OTAN.
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