Citan a declarar al ministro de Defensa de Colombia por el asesinato de 10 militares
La Fiscalía de Colombia citó para el próximo 2 de mayo al ministro de Defensa, Iván Velásquez, y a miembros del alto mando militar, para que rindan declaración jurada como parte de la investigación del asesinato de 10 militares en la región del Catatumbo (Norte de Santander).
En un comunicado publicado en las redes sociales, el Ministerio Público informó que el equipo de fiscales requería la comparecencia de Velásquez, así como del mayor general Helder Fernán Giraldo Bonilla; el comandante del Ejército, mayor general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez y el jefe del Comando Operativo Energético en Norte de Santander del Ejército Nacional, coronel Jhon Freddy Correa González.
La diligencia se llevará a cabo el próximo martes, "con el propósito de obtener elementos de conocimiento que permitan tener claridad sobre las acciones militares que realizaban los integrantes del Ejército Nacional contra las organizaciones criminales que tienen injerencia en el territorio donde sucedió el ataque", dice el escrito.
Por este caso, el pasado 18 de abril los fiscales recibieron las declaraciones de otros miembros del alto mando militar. Los funcionarios son: el jefe del Estado Mayor de Operaciones del Ejército Nacional, brigadier general Fredy Marlon Coy Villamil; el comandante de la Segunda División del Ejército Nacional, brigadier general Nayro Javier Martínez Jiménez; y el comandante del Comando Especifico del Ejército Nacional en Norte de Santander, brigadier general Ricardo Roque Salcedo.
¿Qué ocurrió?
El pasado 29 de marzo, nueve militares murieron y ocho resultaron heridos en un ataque con explosivos perpetrado en el municipio El Carmen, del Catatumbo. Posteriormente, el 11 de abril, se reportó la muerte de uno de los heridos, por lo que la cifra de víctimas subió a diez.
En un comunicado difundido por la prensa, el frente de guerra nororiental Comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez, del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se atribuyó el hecho, "en respuesta a la militarización en la región, los atropellos de la fuerza pública contra la población civil, asesinatos de líderes sociales y contra la alianza que mantiene con grupos del narcoparamilitarismo auspiciado por el Estado colombiano".
Esta acción hizo que el presidente, Gustavo Petro, llamara a consulta a la delegación de Gobierno que participa en la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para revisar el proceso y negociaciones de paz con ese grupo guerrillero.
La muerte de los militares causó conmoción en el país suramericano, puesto que desde noviembre se adelanta un proceso de diálogo con el ELN, sin que aún se haya acordado un cese al fuego bilateral.
Varias políticos, miembros del Gabinete y personalidades ligadas a las los procesos de paz repudiaron lo ocurrido, entre ellos Velásquez y el jefe negociador gubernamental en el diálogo con el grupo guerrillero, Otty Patiño.
A pesar de las tensiones que generaron estas muertes, Bogotá sostuvo que no se levantaría de la mesa y ratificó que espera que en la reanudación de esta nueva ronda de acercamientos se pueda finalmente pactar el cese al fuego.
La víspera se conoció que la delegación gubernamental que dialoga con el ELN viajó a La Habana, Cuba, donde se llevará a cabo el tercer ciclo de las conversaciones, que arranca este 2 de mayo.