El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania condenó este martes la presencia de siete líderes de las repúblicas de la antigua URSS que acompañaron al presidente ruso, Vladímir Putin, en el desfile militar en la Plaza Roja de Moscú con motivo del 78 aniversario de la Victoria sobre la Alemania nazi durante la Gran Guerra Patria (1941-1945).
Los presidentes de Kazajistán, Bielorrusia, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán, Turkmenistán y el primer ministro de Armenia asistieron al evento, así como colocaron junto con Putin una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido.
"Consideramos que la participación de los dirigentes de estos Estados extranjeros en un acto público junto a un criminal de guerra que se jacta de desencadenar una guerra en Europa a una escala sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial es un paso inmoral e inamistoso hacia Ucrania, una manifestación de desprecio hacia el pueblo ucraniano que lucha por su supervivencia y su libertad", reza el comunicado oficial del ministerio ucraniano.
Encuesta con incitación al terrorismo
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, censuró el comunicado de Kiev. Además, llamó la atención sobre una encuesta realizada por la agencia ucraniana UNIAN, que preguntó a sus seguidores qué periodista ruso debería ser la siguiente víctima tras los atentados cometidos contra la periodista Daria Dúguina, el corresponsal de guerra Vladlén Tatarski y el novelista Zajar Prilepin. En la encuesta figura la redactora jefa del grupo RT, Margarita Simonián, entre otros nombres.
Ante esto, Zajárova aseveró que "la ideología terrorista […] resuena en el ciudadano común ucraniano, tratado por la propaganda nazi termonuclear". En este sentido, denunció que ninguno de los "patrocinadores" de Kiev se pronunció al respecto. "Otro hijo de puta estadounidense puede salir impune de cualquier cosa. Incluso, como en este caso, una incitación directa a cometer atentados terroristas", escribió en su cuenta de Telegram.
No hay "pueblos hostiles" para Moscú
Durante su discurso de hoy en la Plaza Roja, Vladímir Putin enfatizó que para Moscú no hay "pueblos inamistosos o hostiles ni en Occidente ni en Oriente" y saludó la asistencia de los líderes de las repúblicas exsoviéticas como un gesto de "aprecio por la hazaña" de los soldados soviéticos.
Asimismo, el mandatario resaltó que Rusia está orgullosa de todos los militares que participan en el operativo en Ucrania, señalando que el futuro y la seguridad del Estado depende de ellos.
Por otra parte, lamentó que el pueblo ucraniano "se convirtió en rehén del golpe de Estado del régimen criminal de sus amos occidentales". En esta línea, reiteró que los adversarios de Rusia quieren destruirla, al tiempo que acusó a "las élites occidentales" de seguir promoviendo una ideología de exclusividad y provocar conflictos y golpes de Estado.