Joe Biden firmará dos acuerdos en materia de defensa y de vigilancia con Papúa Nueva Guinea durante la que será la primera visita de un presidente de EE.UU. en activo a la nación isleña. Así lo anunció este miércoles a Reuters el canciller del país oceánico, Justin Tkachenko.
La visita de Biden, que hará una parada el 22 de mayo en la capital papú, Puerto Moresby, de camino a su reunión con los líderes de Japón, India y Australia en Sídney, se producirá en medio del creciente pulso entre EE.UU. y China por la influencia en la región del Pacífico.
En cuanto a la agenda del encuentro, Tkachenko precisó que el trabajo sobre el Acuerdo de Cooperación en materia de Defensa ya finalizado la semana pasada. Además, reveló que otro documento permitirá a la Guardia Costera de EE.UU. patrullar la vasta zona económica exclusiva del país oceánico con la presencia de funcionarios papúes en los barcos.
"Podremos utilizar los sistemas de seguridad satelital estadounidenses. Una vez que firmemos esto, nos ayudará a monitorear nuestras aguas, algo que no podemos hacer ahora. Será un acuerdo fantástico que protegerá nuestros recursos naturales de la caza furtiva y el robo ilegales, especialmente a nuestra pesca", destacó Tkachenko.
Además, Papúa Nueva Guinea recibirá una asistencia financiera de Washington valorada en 32 millones de dólares, incluidos 25 millones para combatir el cambio climático, detalló la agencia, citando documentos del Departamento de Estado.
Lucha de influencia con China
Las tensiones en esta región acapararon la atención mediática hace un año, cuando Islas Salomón firmó un tratado de seguridad con Pekín, lo que causó fuertes críticas por parte de EE.UU., Nueva Zelanda y Australia. En respuesta, el gigante asiático y su socio oceánico aclararon que el pacto no preveía la construcción de ninguna base militar china.
Semanas más tarde, diez Estados isleños del Pacífico rechazaron la propuesta de Pekín de firmar el tratado Visión Común de Desarrollo, con el que China buscaba reforzar la cooperación con estas naciones en campos que iban desde la seguridad hasta la pesca.
Por su parte, Washington también impulsó su actividad diplomática en la región. Así, reabrió su Embajada en Islas Salomón tres décadas después de su cierre, al tiempo que planea abrir una Embajada en Vanuatu y establecer representaciones diplomáticas en Kiribati y Tonga.